Sociedad Y Cultura En La Antigua Mesopotamia - Klima Josef

(alangleds1) #1

sopotámica poseía ya carácter de clases. La comunidad rural
mesopotámica, cuyas raíces retrocedían hasta la antigua organi­
zación tribal de las comunidades primitivas, representa una co­
lectividad de individuos establecidos en un mismo lugar que ya
no están unidos por lazos sanguíneos, y a los que ha reunido en
esta comunidad la necesidad de un trabajo en común dentro
del proceso de producción y el interés común por el éxito de es­
te proceso.
En la época en que el aumento de producción dependía ante
todo del perfeccionamiento del sistema de riego, se formó un
grupo de hombres sobre los que recayó el cuidado del manteni­
miento de las instalaciones hidráulicas y que decidían sobre la
necesidad y utilidad de éstas. A la cabeza de éstos grupos se en­
contraban aquellas personas que, bien por haber concentrado
en sus manos una gran cantidad de medios de producción b
bien por poseer determinados conocimientos, habían conse­
guido constituirse en una clase dirigente. Aquél que, sirvién­
dose de éstos medios, pudiera decir la última palabra sobre el
sistema de riegos, alcanzaba igualmente el poder sobre todo el
territorio.
Para conseguir u n aprovechamiento total del sistema de
riégo había que construirlo de forma que pudiera ser utilizado
en común por un extenso territorio. En el momento en que
una zona determinada se apropiaba del agua para sí misma,
impidiendo a sus vecinos que la utilizaran, se originaban
luchas y choques armados. Los conflictos condujeron a que se
formaran grandes sectores reunidos en alianza en los casos de
enfrentamientos armados. Estos sectores se extendieron más
tarde por toda la cuenca del Tigris y el Eufrates. Aparece en­
tonces en escena el primer gobierno despótico mesopotámico,
cuyas relaciones económicas de producción y de propiedad se
manifestaron erí una ordenación de la sociedad en clases, en
cuya cabeza estaba situado el déspota soberano. Termina así la
época dé las primitivas comunidades rurales. Sus órganos ya só­
lo son instituidos por la voluntad del déspota. Los miembros
de la comunidad pasan a formar una unidad de la organización
que debe realizar los trabajos agrícolas y artesanales y tributar
lo establecido (véase cap. VI).
El desarrollo socio-económico se reflejó en el impulso cultu­
ral. Las crecientes exigencias económicas crearon la necesidad
de registrar por escrito para su conservación los informes sobre
disposiciones económicas. En las tablillas de barro han sido re­
gistrados diversos hechos. Existen listas de los trabajadores con
indicaciones sobre sus asignaciones o salarios, registros de gana­
do menor y vacuno, listas de suministros, observaciones sobre
ofrendas, impuestos y diversas cargas públicas, y también los
primeros contratos de compra-venta L Las necesidades económi­
cas, principalmente en el terreno de la agricultura, llevaron a la

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