Sociedad Y Cultura En La Antigua Mesopotamia - Klima Josef

(alangleds1) #1

ejemplo), y de hueso, figuras de barro sin cocer, principalmen­
te de anímales y mujeres, que atestiguan antiquísimos ritos de
la fertilidad. Eran desconocidas las vasijas de barro, por lo que
se designa la fase de Jarmo como acerámica. Jarmo puede aso­
ciarse con la gran revolución que condujo al hombre de recolec­
tor de alimentos a productor de los mismos. V. Gordon Childe
la ha denominado la «revolución neolítica».
La posterior evolución de la prehistoria mesopotámica nos
lleva ya al cuarto milenio. Las fases de esta etapa están señala­
das por los nombres de los siguientes lugares: Hassüna, Sa-
marrá y Halaf. Los diversos objetos encontrados atestiguan que
los ^abitantes eran ya diestros artesanos que producían no sólo
diversas vasijas de barro sino también armas y objetos de cobre.
Todas estas localidades mencionadas están situadas en el norte
del país. Se daban aquí condiciones más favorables para el
asentamiento humano qué en el pantanoso sur, donde amena­
zaban además las inundaciones. Pero también en la llanura
mesopotámica aparecieron pronto grupos de hombres llegados
de las vecinas regiones montañosas, donde la vida, por diversas
razones, se les había hecho muy difícil. En sus nuevos asenta­
mientos aprendieron a aprovechar para asegurar su existencia
todas las ventajas ofrecidas por él agua de ambos ríos , así como
a protegerse de las inundaciones (Fig. 3).
El asentamiento más antiguo de la llanura sur de Mesopota­
mia fue, según señalan los últimos descubrimientos de los ar­
queólogos iraquís, Eridu (actualmente Abu Shahrein), en las
proximidades de la costa del Golfo Pérsico. Los hallazgos más
antiguos de este asentamiento proceden del cuarto milenio y
dan testimonio de una cultura muy evolucionada, a la que se
ha dado el nombre de fase de Eridu. Esta fase está caracterizada
por la construcción de templos y edificios públicos, así como
por una rica producción de los más diversós objetos de cerámi­
ca.
Estos comienzos de la cultura de Mesopotamia eran del todo
desconocidos hace sólo algunos decenios. Los límites de los co­
nocimientos de aquel entonces estaban constituidos por aque­
llas fases culturales que hoy día se consideran eslabones inter­
medios en la evolución cultural de Mesopotamia. Estas fases in­
termedias nos conducen a la segunda mitad del cuarto milenio
y a los comienzos del tercero. Son los llamados períodos de
El’Obéd, Uruk y Jemdet Nasr, que atestiguan un impulso eco­
nómico, social y cultural atribuido a una nueva población con
la que pueden identificarse ya los sumerios.
Lo más característico dé la fase de ErO béd es la fina cerámi­
ca, trabajada con torno. Aparte de esto, el progreso técnico se
manifestó en el empleo de un horno en el cual podía regularse
el fuego durante el proceso de producción de los objetos cerá­
micos. Instrumentos y utensilios eran de barro, piedra y cobre.

Free download pdf