Lo que une a un hombre con Dios........................................
¿Qué es lo que une al hombre con Dios? Esta pregunta lleva hacién-
dose la humanidad desde el principio de los tiempos. Lo que une al
hombre con Dios, es descubrir su propia capacidad para diseñar el
mundo a su manera, esto no significa que pueda conseguir todo lo
que se proponga, sino más bien que debe tener la fuerza de voluntad
necesaria para poder alcanzar aquello que trate de conseguir.
La clave de esto consiste en desarrollar la capacidad para disentir, es
decir mantener la voluntad firme de ser libre mentalmente, de no
permitir que los deseos y opiniones de los demás sean considerados
como la verdad inmutable, por mucho que se autoproclamen repre-
sentantes de Dios, videntes o contactados.
Una de las cualidades que hacen de un hombre un ser verdadera-
mente evolucionado, y diferencia un mundo que ya ha terminado su
evolución de otro, es que el hombre evolucionado no saca conclu-
siones de forma precipitada, no considera nada verdadero sin un pro-
fundo análisis de los hechos y juzga las cosas con imparcialidad con
independencia de las modas ideológicas de cada época. Para que un
ser se considere evolucionado, es necesario que la libertad de pen-
samiento sea uno de sus valores fundamentales.
Es importante subrayar al respecto, que un hombre evolucionado no
se pliega ante ningún libro por muy sagrado que este sea considera-
do, pues solo ante la verdad se debe plegar, y no es que un libro no
pueda contener grandes ideas o grandes valores, pero también puede
contener grandes errores y el hombre evolucionado debe analizar las
cosas con un juicio imparcial, buscando la verdad en ellas sin esta-
blecer prejuicios previos. Además, aun en el caso de que un libro es-
tuviera inspirado por seres superiores, no se puede descartar que ese
libro haya sido modificado con posterioridad o que estos seres hayan
permitido la modificación limitada de sus enseñanzas con el fin de
probar la capacidad de juicio de los hombres. También hay que tener
en cuenta, que una sociedad primitiva quizás no aceptaría el mensaje
de estos seres en forma pura, al no entenderlo, y fuera necesario fu-
sionarlo con las creencias primitivas de los pueblos que fueran a re-