congregar sus vecinos que serán poco más de treinta y poblaron a
media legua del puerto por evitar los daños pasados de corsarios. Mas
no desamparan el importante puerto do siempre debe hacerse
fortaleza...
Bibliografía:
Bautista Muñoz, J. (1960). Puerto Rico en los Manuscritos. Río
Piedras, P.R.: Ediciones de la Universidad de Puerto Rico. Pp. 370.
Éxodo de San Germán a Guayanilla (1543-1554)
El gobernador Francisco Manuel de Lando, reconoció que la
Isla era la llave de las Indias. Dijo que las fortificaciones externas
serían indispensables para el bienestar de la Isla. Aunque se reconocía
la necesidad de las fortificaciones, el hacerlas tomaba tiempo,
incurriéndose además en el error de circunscribir las obras a la ciudad
de Puerto Rico. El otro partido, con su villa de San Germán, no recibió
atención en ese particular, por lo cual sus vecinos se negaron a
reconstruir el poblado, luego de su destrucción por los franceses en el
1543, procediendo a desperdigarse por todo el partido. Los vecinos de
San Germán se comenzaron a mudar tierra adentro, a sus estancias y ya
para el 25 de julio de 1546 estaba casi despoblada la villa. En el año de
1548 había sólo 30 vecinos en el poblado, ahora situado a una legua del
puerto, tierra adentro.
En el año de 1554, un domingo de Ramos, 3 naves francesas,
atacaron nuevamente el pueblo de San Germán, destruyéndolo. De aquí
surgió la decisión de poblar en otro puerto y se mudaron al Puerto de
Guayanilla, aunque serían muy pocos con los oficiales reales, Alcalde,
regidores y sacerdotes con sus familias. Los demás vecinos ya estaban
viviendo en las Lomas de Santa Marta, lejos del mar, limitándose a ir al
pueblo ocasionalmente para fiestas religiosas, llegadas de barcos, etc.
Parte de las familias del Viejo San Germán se quedaron viviendo en el
valle del Guaorabo.
Luego de Guayanilla, los españoles se mudaron en el año de
1570 a las Lomas de Santa Marta, protegiéndose de los constantes
ataques de corsarios franceses. Allí adoptaron nuevamente el nombre
de San Germán. Estos vecinos fueron obligados por ley a permanecer
en las Lomas de Santa Marta en 1573.
Bibliografía:
Brau, S. (1981). La Colonización de Puerto Rico. San Juan, P.R.:
Instituto de Cultura Puertorriqueña. Pp. 478.
Carrero Concepción, J. (1981). Historia de Añasco. Tomo 1.:
Mayagüez, P.R.: Antillian College Press. Pp. 37-38.