Raices Puertorriqueñas Historia de Añasco

(Anascopr) #1

Así el balance de los franceses en la expedición de Piñales:
En retirada9 950 hombres
Muertos en combate 50
Pasados por las armas 40
Enviados a La Habana 130 220 hombres
Total 1170 hombres
Bibliografía:
Tió, A. (1961). Nuevas Fuentes para la Historia de Puerto Rico. San
Germán, P.R.: Ediciones de La Universidad Interamericana de P.R. Pp.
244-245, 614.


Antecedentes a la Fundación del Pueblo de Añasco (1673 – 1726)
La villa de San Germán fue un poblado marítimo en sus
comienzos, que se internó años después, para evitar los continuos
saqueos por los piratas, pero que mantuvo su desembarcadero en la
playa, a distancia relativamente accesible a su centro urbano, hasta que
se trasladó a Guayanilla y luego a las Lomas de Santa Marta. Parte de
su población se quedó en Piñales, y cuando dicho poblado fue destruído
por Monsieur D’Ogerón en el año de 1673, su población se mudó
oficialmente al sitio del actual pueblo de Aguada, con el nombre de San
Francisco de Asis, aunque siempre se quedaron por allí algunos
pobladores, cuyos descendientes fundaron el pueblo de Añasco, en
1733.
Aún estando ya la villa de San Germán en las lomas de Santa
Marta, conservó sus puertos tanto por Añasco como por Guayanilla, y
cada ataque a sus desembarcaderos les era notificado por medio de
correos, despachando inmediatamente milicianos para hostilizar y
repeler a los atacantes como sabemos por conducto de probanzas y
cédulas reales. La vida de los sangermeños de esa época la conocemos
por medio del cuadro que nos pintó Fray Iñigo Abbad en una magistral
descripción: “Hay algunas (casas) cubiertas de tejas, hechas de tablas,
bien ajustadas y clavadas, con viviendas y separaciones; pero siempre
sobre vigas y bajo el mismo plan, que forman un pueblo extraño, de un
aspecto melancólico, a que contribuye el estar las casas sin habitantes,
porque éstos siempre viven en las haciendasy sólo van a los pueblos en
las festividades en que oyen misa. Concluída ésta regresan a sus
haciendas dejando los pueblos con sólo el cura y algún vecino pobre
que no tiene tierras”.
Bibliografía:
Tió, A. (1961). Nuevas Fuentes para la Historia de Puerto Rico. San
Germán, P.R.: Ediciones de La Universidad Interamericana de P.R. Pp.
204.

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