Politics and Civil Society in Cuba

(Axel Boer) #1

Presente y futuro del pensamiento cubano 259


triviales y a contradicciones lógicas, la que cierra aquél histórico dis-
curso no tiene desperdicio. Permítaseme contrapuntear pasajes local-
izados hacia la primera mitad del texto con otros que vienen
articulando la coronación o despedida. A esas alturas el auditorio—
!compuesto por gente pensante y reflexiva!—había olvidado, proba-
blemente, la columna izquierda. (Para más claridad, léase cuadro de
modo horizontal).

Para concluir este punto, solo cabe agregar que—como lo explicitó
el presidente Raúl Castro en su intervención en el análisis del Proyecto
de Lineamientos de la Política Económica y Social ante la Asamblea
Nacional del Poder Popular (diciembre de 2010)—la Cuba revolucio-
naria sigue siendo tan exclusionista como lo fue y lo es Palabras a los
intelectuales y su devastadora zaga, toda vez que—y estas fueron sus
palabras—su único compromiso como presidente, es con los que cay-
eron y lucharon por la Revolución.
Hasta ahora, las causas y consecuencias de la aniquilación del espa-
cio público en cuba no han sido lo suficientemente estudiadas. Los
trabajos pioneros del investigador y profesor Hugo Azcuy, relaciona-
dos con la sociedad civil y que podrían haber abierto el camino fueron
olvidados durante décadas y solo se abordó el tema de manera aislada
y esporádica. En ningún caso, que yo conozca, hubo un enfoque de la
esfera pública en términos de pérdida o destrucción por parte de la
Revolución. Me atreveré, pues, a adelantar cuatro motivos, en mi opin-

TABLE 1.
Que no se diga que hay artistas que viven pen-
sando en la posteridad.

Señores ¿no sería mejor pensar en el
futuro?
Nosotros no estamos haciendo una Revolución
para las generaciones venideras, nosotros esta-
mos haciendo una Revolución con esta gener-
ación y por esta generación.

Nosotros seremos los forjadores de esa gener-
ación futura. Nosotros seremos los que habre-
mos hecho posible esa generación.
Trabajamos y creamos para nuestros contem-
poráneos.

Estamos creando para el futuro.
Nosotros no estamos haciendo una Revolución
para la posteridad.

[Y concluye así su discurso]: A lo que hay que
temerle no es a ese supuesto juez autoritario,
verdugo de la cultura, imaginario, que hemos
elaborado aquí [...] ¡teman a las generaciones
futuras que serán, al fin y al cabo, las encarga-
das de decir la última palabra.
Free download pdf