Ifá transnacional: tradicionalistas y criollos 295
Ningún seguidor del tradicionalismo Orisa/Ifá africanista, supuesta-
mente defensor de los principios aquí establecidos, tendrá motivos ni
razón alguna para entrar y/o permanecer en la casa Orisa/Ifá de
cualquier miembro de la Ocha/Ifá cubano...^20
Es curioso señalar que el presidente de esta Asociación Española
de Ifá/Orisa tradicional sea un cubano nacido en La Habana el 19 de
noviembre de 1949. En 1961—es decir, a la edad de doce años—, se
consagró en la Regla Ocha como seguidor de Changó^21 y en 1975, a
los veinticinco años, se consagró como babalawo en el culto de Ifá
cubano hasta 1992, en que se convirtió en un exiliado político en
España. Después se reinició en Ocha e Ifá tradicionalista africano en
la ciudad de Ikire, Nigeria, y en 2003 fundó la AESI.
Ante estas ideas muy cercanas al fundamentalismo, cabe la pre-
gunta de a qué se referirán estos grupos cuando hablan de tradicional-
ismo. ¿Será a la forma en que se practicaba el Ifá en tierras yorubás
antes de la colonización inglesa y la trata de esclavos? ¿Al Ifá que prac-
tican las generaciones actuales de sacerdotes yorubás? De hecho, curi-
osamente, dentro de Cuba hay disparidad de criterios cuando se habla
de tradicionalismo, al extremo de crearse enemistades entre familiares
de sangre y religión. Existe un primer grupo partidario de hacerlo
todo de la manera tradicional, como se lo enseñaron sus mayores; un
segundo grupo asume como una cruzada rescatar las ceremonias tradi-
cionales que se hacían a principios del siglo XX y ya no se hacen (esta
pérdida caería sobre los hombros del primer grupo) y, por último, los
que son etiquetados (por ambos grupos) de tradicionalistas de verti-
ente africana: quieren cambiar las cosas que siempre se han hecho en
- Esta información aparece en el acta de una reunión extraordinaria de la AESI, el 17
de septiembre de 2004 celebrada en su sede principal en la ciudad de Valencia y los
aspectos señalados aquí no son los únicos que trata. - Changó Aremú Olufinran: Divinidad de los rayos y la electricidad. Es viril y gallardo,
violento y justiciero, libertino, aventurero, guerrero, feroz y agresivo. Castiga a los menti-
rosos, ladrones y malhechores, golpeando el pecho de las personas y produciéndoles un
infarto. Es la representación arquetípica del ancestro deificado de regreso a la fuente
como deidad después de haber vivido en la Tierra todas las experiencias que le permitie-
ron crecer espiritualmente. Es por eso que a Changó se le considera, después de su trans-
formación, como “el alba”, aquello que está allí antes que todo dé inicio en el transcurso
de un nuevo día; “el testigo de toda consagración de Ifá”.