sus reencarnaciones se traduce únicamente en su
enriquecimiento espiritual, es decir en su mejor capacidad para
aprovechar la vida para ser felices, pero no pueden hacer cosas
sobrenaturales con su cuerpo porque este, es igual que los
demás, por eso, quienes tratan de utilizar los supuestos milagros
como cebo para atraer gente a sus organizaciones religiosas
demuestran que les sobra codicia y les falta categoría espiritual.
Un profeta o un filósofo como Jesús o Buda, pueden ser
considerados seres superiores, pero solo como consecuencia de
su mayor conocimiento de las verdades universales y no porque
puedan realizar milagros materiales. Ellos son fuertes en el plano
de la filosofía y la comprensión del mundo espiritual, pero no en
el manejo del plano material. Por eso, aquellos que tratan de que
lo espiritual parezca material y construyen ídolos para adorar, lo
que hacen es desvirtuar el verdadero significado de lo divino.
Quizás la creación de ídolos surgió como consecuencia del miedo
a lo desconocido. Con los ídolos, la gente creía que podía
comunicar a los dioses sus preocupaciones, esto solo era una
forma de placebo, porque al creer que esos ídolos les
escuchaban se sentían más tranquilos. Pero es evidente, que
creer en los ídolos solo puede ser un freno para comprender la
verdad, porque cuanto más tiempo se mantengan esas creencias
más tarde se van a solucionar los problemas. Por eso, se puede
suponer que el origen de estas creencias es la ignorancia, porque
si lo que queremos es solucionar un problema, entonces siempre
será mejor comenzar reconociendo la verdad antes que vivir
creyendo una mentira. La adoración de ídolos de piedra que se
hacía en el pasado era evidentemente un acto aberrante, pero la
adoración de personas que se hace en el presente no es menos
degenerado que aquel tipo de idolatría, porque la única
antonio.p
(Antonio.P)
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