32 JUSTICIA Y MEDITACIÓN
Es posible, que lo que determina que una persona normal opte
por elegir la justicia total o la justicia con excepciones como
norma moral sea el nivel de concentración o dedicación a la
filosofía que tenga, porque la mente de un filósofo se orienta
sobre todo a la dimensión cristalina, vertical y azul que es la que
corresponde a los valores espirituales, y en cambio la mente de
una persona normal se orienta sobre todo hacia la dimensión
cálida, roja y horizontal que es la que corresponde a la vida
basada en el trabajo y la familia. Por eso, es posible que los
filósofos prefieran por lo general la justicia total como regla de
conducta moral, porque su mente está concentrada y conectada
a la dimensión vertical y azul que es la que corresponde a la
justicia, al futuro, y al carácter cíclico del universo. Es como si con
su mente unificara todo el universo en una sola cosa y como
consecuencia de ello vieran a los demás como parte de sí
mismos. Pero la mayoría de la gente tiene la mente más dispersa
que los filósofos porque está conectada a la dimensión
horizontal, roja y más relacionada con el presente que con el
futuro. Esto favorece que vean el mundo desde un punto de vista
más individual. Es posible, que la suma de estas circunstancias
determine que la gente, por lo general, prefiera la justicia con
excepciones como norma principal.
La mayoría de la gente vive la vida con escasa dedicación a la
metafísica y con poca concentración, pero eso es lo correcto
cuando se realizan las funciones normales de la vida. El trabajo o
la familia empujan a la mente hacia la materia y dificultan los
análisis metafísicos, también hacen que de forma inconsciente
demos más valor al presente que al futuro, esto no es nada malo