EL MUNDO. VIERNES 8 DE NOVIEMBRE DE 2019
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ECONOMÍA
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Se atribuye al filósofo checo Ra-
dovan Richta el concepto de «so-
cialismo con rostro humano»,
aquel movimiento encabezado
por el presidente de Checoslova-
quia, Alexander Dubcek, que en
1969 intentó llevar un poco de
democracia y libertad a Checos-
lovaquia, entonces un país comu-
nista y que dio lugar a la Prima-
vera de Praga. El intento apenas
duró unos meses y fue aplastado
por la Unión Soviética y el Pacto
de Varsovia en octubre de ese
año. Con el «rostro humano»,
Richta quiso contraponer la du-
reza del régimen totalitario mar-
xista con esa apertura hacia los
derechos humanos que propo-
nían los comunistas checos.
Aunque sólo sea para copiar
el nombre, quizá sea éste el mo-
mento de hablar de un «capita-
lismo con rostro humano», un
movimiento que se abre paso en
la sociedad desarrollada occi-
dental como consecuencia de la
recesión y que lleva a modificar
sustancialmente la forma de
comportarse del empresario an-
te la sociedad.
La grave crisis en la que se su-
mió el mundo, sobre todo el de-
sarrollado, hace una decena de
años ha provocado una fuerte
pérdida de riqueza a las personas
y las recetas empleadas para sa-
lir de ella –probablemente las
únicas que había para digerir el
atracón anterior– incrementaron
la desigualdad de forma laceran-
te. Por ahí llegó el descontento
social y el auge de los movimien-
tos populistas, que amenazan ya
la estabilidad de algunos países.
«El populismo no es la respuesta
a los problemas globales, decía
ayer el presidente de Caixabank,
Jordi Gual. Ahora, cuando llega
otro momento de incertidumbre
tras años de crecimiento, se pue-
de hacer realidad una reforma
profunda de lo que se ha deno-
minado economía neoliberal.
En este contexto hay que en-
marcar el discurso que pronun-
ció Ana Botín, presidenta de
Banco Santander, en la XII Con-
ferencia Internacional de Banca
que organiza la entidad en su se-
de de Madrid. Porque Botín dudó
de un principio sacrosanto en el
modelo liberal actual, que hace
que una gran empresa tenga co-
mo único objetivo que suba su
acción en Bolsa. «Debemos ver
más allá de la maximización del
valor para el accionista y tener
en cuenta que nuestras respon-
sabilidades son mucho más am-
plias. A menudo, este debate se
plantea como una elección entre
maximizar el valor para el accio-
nista o satisfacer las necesidades
de todos nuestros grupos de inte-
rés. Pero no existe tal elección».
Y los grupos de interés son los
empleados, los clientes y el con-
junto de la sociedad. «Es la única
vía –añadía Botín– para garanti-
zar el futuro de las empresas».
Botín y Gual no están solos en
esto. Sus palabras se han oído
apenas unos días después de que
Financial Times publicara un edi-
torial con el título El capitalismo
responsable requiere nuevas nor-
mas, en el que exponía, por
ejemplo, que la salida a Bolsa ya
no debe ser el único camino de
una compañía para crecer. Con
todo lo que esto significa en la
mentalidad empresarial anglosa-
jona. No es casualidad que, en
este campo de cultivo, el premio
Nobel de este año haya recaído
en economistas que luchan con-
tra la pobreza. @vicentelozano
Hacia un capitalismo
‘con rostro humano’
El accionista ya
no debe ser el fin
último de una
empresa cotizada
LA TIERRA MEDIA
VICENTE
LOZANO
Primer despido por
bajas tras el fallo del TC
Atento echa a la presidenta del comité de empresa
por absentismo laboral justificado pero frecuente
ANDRÉS NEF LÉRIDA^
Una semana después de que el Tri-
bunal Constitucional (TC) estable-
ciera la nueva doctrina sobre la po-
sibilidad de que las bajas médicas
justificadas pero intermitentes fue-
ran causa de despido objetivo, la
multinacional Atento, especializa-
da en la gestión de call centers, res-
cindió el contrato de la presidenta
del comité de empresa de su dele-
gación en Lérida por este motivo.
La sentencia del TC del pasado
29 de octubre respondía a una
cuestión de inconstitucionalidad
presentada por un Juzgado Social
de Barcelona respecto al artículo
52 (apartado d) del Estatuto de los
Trabajadores, que establece que
un contrato podrá extinguirse por
faltas de asistencia al trabajo, aun
justificadas pero intermitentes,
cuando alcancen el 20% de las jor-
nadas hábiles en dos meses conse-
cutivos, siempre que el total de fal-
tas de asistencia en los doce meses
anteriores alcance el 5% de las jor-
nadas hábiles o el 25% en cuatro
meses discontinuos dentro de un
periodo de doce meses.
El despido de la sindicalista de
UGT de Atento se convierte, de
este modo, en el primer contrato
laboral rescindido tras el aval del
Constitucional sobre la aplicación
de este artículo. A través de un co-
municado, el sindicato ha argu-
mentado que el despido de la re-
presentante de los trabajadores no
se debe a sus bajas justificadas si-
no que se trata de una «persecu-
ción sindical». La presidenta del
comité había venido denunciando
desde hace meses «la deriva del
derecho laboral que están sufrien-
do los más de 200 trabajadores del
centro».
Comisiones Obreras se sumó ayer
a las críticas por esta iniciativa y
anunció que recurrirán junto con
UGT la sentencia del Constitucional
ante el Tribunal de Justicia de la
Unión Europea y ante la Organiza-
ción Internacional del Trabajo.
También la Sociedad Española de
Medicina de Familia y Comunitaria
ha manifestado ayer su «alarma»
ante la sentencia del Constitucional.
20%
días laborables.
El contrato podrá
extinguirse si las
bajas superan el 20%
de los días en dos
meses consecutivos.