Mensual de fondos septiembre
4 ExpansiónLunes 14 octubre 2019
GESTORAS EUROPEAS FRENTE A ESTADOUNIDENSES
La banca, el mayor freno
de las gestoras españolas
A medida que un mercado de fondos depende de los bancos, las entidades
encuentran mayores trabas para que sus productos sean rentables.
Sandra Sánchez. Madrid
Las gestoras de fondos de in-
versión españolas tienen las
mismas dificultades para ga-
nar tamaño y rentabilidad que
los grandes grupos bancarios.
O incluso más.
Pero no solo son menos
rentables o competitivas que
los bancos, sino que también
lo son (las gestoras europeas,
en general) con respecto a sus
rivales estadounidenses.
La estructura de propiedad
de las gestoras de fondos en
Europa tiene la culpa. Según
un reciente estudio de Moo-
dy’s, a medida que un merca-
do depende de los bancos, las
entidades encuentran mayo-
res trabas para que sus fondos
sean rentables.
Además, según la agencia
de calificación crediticia, el
hecho de que buena parte del
patrimonio de los fondos de
inversión europeos dependa
de grandes entidades banca-
rias no solo impide el creci-
miento de las propias gestoras
que cuelgande ellas, sino tam-
bién de las independientes.
Por un lado, las gestoras se
ven impedidas por los mis-
mos obstáculos que los ban-
cos para generar rentabilidad
en un entorno con tipos de in-
terés mínimos y fuertes exi-
gencias de capital. Pero tam-
bién influyen otros motivos
como el tradicional modelo
de comisiones bancario.
Europa, a la cola
La agencia critica que los ban-
cos tengan un fuerte control
sobre la distribución de fon-
dos, que la hace mucho más
costosa para las firmas inde-
pendientes. De esta manera,
aunque los ingresos sean ele-
vados, los costes de distribu-
ción lo son mucho más.
Y a partir de aquí, el merca-
do entra en un círculo vicioso:
los menores ingresos no per-
miten a las gestoras europeas
lograr la escala de las grandes
estadounidenses. Y sin escala,
no han podido invertir al mis-
mo nivel en nuevos fondos y
tecnología.
Como consecuencia, las
gestoras europeas han queda-
do rezagadas, en tamaño y en
rentabilidad, respecto a sus
competidores estadouniden-
ses. Según Moody’s, la renta-
bilidad que ofrecen las gesto-
ras a este lado del Atlántico,
tanto las dependientes como
las independientes, es de me-
dia inferior a la de las estadou-
nidenses. Los costes de distri-
bución como porcentaje de
los ingresos son mucho más
altos en Europa que en
EEUU.
Esta realidad es todavía
más acusada para las gestoras
independientes. En el merca-
do europeo, los fondos se dis-
tribuyen principalmente a
través de las tradicionales re-
des bancarias (y cobran una
comisión por ello), mientras
que en EEUU la comerciali-
zación corre a cargo, princi-
palmente, de brókeres de Bol-
sa y asesores independientes,
por lo que no necesitan los ca-
nales bancarios.
Oferta comercial
“Los bancos que dominan la
distribución minorista de fon-
dos de inversión en Europa
carecen de incentivos para
vender productos de la com-
petencia”, dice la agencia de
calificación.
La menor dependencia
bancaria ha favorecido el de-
sarrollo y comercialización de
nuevos productos, como los
fondos indexados o cotizados
(ETF), que han crecido rápi-
damente en Estados Unidos y
en Europa aún muestran una
penetración residual. En Es-
paña apenas alcanzan el 2%
de la cuota de mercado total
en fondos de inversión.
Por otra parte, la amplitud y
profundidad de los mercados
estadounidenses también
juegan un papel importante.
En EEUU las oportunidades
de inversión son más diversas
y permiten a las gestoras con-
tar una mayor oferta. Un catá-
logo de fondos más sofistica-
do también puede justificar
tarifas más altas.
Mercado nacional
Esta realidad cobra fuerza en
España, donde más de un
80% del patrimonio de los
fondos de inversión está en
manos de gestoras depen-
dientes de los bancos, que son,
en cambio, una ínfima mino-
ría.
Las nueve primeras gesto-
ras de fondos españolas per-
tenecen a un banco. Y en con-
junto acumulan un 74% del
patrimonio total, según la pa-
tronal de fondos española, In-
verco.
Las nueve primeras
gestoras españolas
son bancarias y
acumulan el 74%
del patrimonio
¿Sigue siendo útil
la gestión activa?
S
igue siendo útil la gestión activa de fondos? En los úl-
timos años, esta pregunta es cada vez más común en-
tre los inversores, en especial en relación a la inver-
sión en renta variable como clase de activo. La inversión pa-
siva se ha vuelto muy popular en mercados desarrollados
más eficientes como EEUU, donde muchos creen que es
muy difícil batir los índices del mercado. A finales de abril de
2019, por primera vez el volumen de activos de los fondos
pasivos de renta variable de EEUU (incluyendo ETF y los
instrumentos colectivos de gestión pasiva) alcanzó el de los
fondos activos de renta variable de EEUU, con un volumen
de 4,3 billones de dólares (según Morningstar), y lo ha supe-
rado desde entonces. Esto ha coincidido con el hecho de
que, desde principios del año 2000, el índice S&P 500 (me-
dido en dólares, retorno neto) ha registrado alzas del 260%,
mientras que el fondo activo de renta variable americana
medio sólo ha generado para los inversores una rentabilidad
del 227% (conforme a la media de la categoría EAA Fund US
Large Cap Blend de Morningstar). En parte, esto se debe al
periodo alcista de 10 años que experimentó el mercado tras
la crisis de 2008, cuando las gestoras de fondos que no con-
taban con una gran inversión en áreas de gran crecimiento
en el mercado tuvieron una rentabilidad por debajo del índi-
ce. Sin embargo, a pesar de su bajo coste, la inversión pasiva
conlleva varios inconvenientes, como los detallados a conti-
nuación.
En primer lugar, las gestoras activas tienen la capacidad
de diseñar su propia cartera con el fin de proteger a sus in-
versores ante caídas importantes del mercado. En un mer-
cado a la baja, los inversores pasivos se limitan a seguir la
tendencia del mercado, mientras que las gestoras activas tie-
nen mayor capacidad de optar por acciones que muestren
mayor resistencia frente a las condiciones macroeconómi-
cas. Así, por ejemplo, las
gestoras de fondos con es-
trategias dirigidas a accio-
nes de mayor calidad sue-
len proteger a sus inverso-
res en los mercados a la ba-
ja, como ocurrió durante el
mes de diciembre de 2018.
Dicho esto, algunas ges-
toras activas aplican estrategias más potentes que puede que
no ofrezcan una buena protección ante las tendencias des-
cendentes. Por consiguiente, los inversores deben tener cui-
dado a la hora de seleccionar fondos activos.
En segundo lugar, tal como indica Michael Burry (prota-
gonista de la película La gran apuesta) en una entrevista re-
ciente en Bloomberg, la prevalencia de la inversión pasiva
acaba con la determinación de los precios en los mercados
de renta variable (es decir, con la idea de que los comprado-
res y vendedores de valores de renta variable determinan el
valor de las acciones). Mercados como el de EEUU son efi-
cientes en parte gracias al gran número de analistas que rea-
lizan una labor fundamental de investigación a nivel de mer-
cado. Si el volumen de ingresos en instrumentos de gestión
pasiva se mantiene, se corre el riesgo de que estos flujos aca-
ben siendo un impulsor de mercado más importante que los
fundamentales de las empresas. Si esto llegara a ocurrir, en
caso de que se produjera un desplome del mercado, los flu-
jos de los instrumentos pasivos podrían agravar de manera
significativa la tendencia a la baja, en especial en las estrate-
gias centradas en empresas de muy elevada capitalización
(mega cap). Así, irónicamente, si los inversores optasen por
invertir de forma pasiva en mercados como EEUU con mo-
tivo de su alta eficiencia, esto podría producir una mayor
ineficacia a largo plazo.
Aunque consideramos que la inversión pasiva puede ofre-
cer algunas ventajas, somos conscientes de los riesgos que
ésta conlleva. Es nuestra creencia que la gestión activa de
fondos sigue teniendo valor, si bien los inversores deberían
valorar detenidamente las estrategias subyacentes antes de
tomar decisiones de inversión.
Los flujos de gestión
pasiva podrían
acabar siendo el
impulsor de mercado
más importante
OPINIÓN
Richard Rainback
Analista de fondos de inversión en Allfunds
Los costes de
distribución son
mucho más altos
en Europa que
en Estados Unidos