National Geographic Viajes - 09.2019

(ff) #1
El viaje continúa por el angosto
Chemin du Roy hasta encontrar-
nos de repente frente a un exten-
so descampado con un amplio
estacionamiento situado junto a
una iglesia de aspecto imponente.
Su construcción muy poco tiene
que ver con la semidespoblada
naturaleza que la rodea. Se trata
del bellísimo santuario y basílica
Sainte-Anne-de-Beaupré, uno de
los lugares más sagrados y vene-
rados de todo el Canadá católico.
Dedicado a la madre de la Virgen
María, este santuario fue construi-
do originalmente en el siglo xvii
por iniciativa de unos marineros

que, en 1650, sobrevivieron a una
temible tormenta que hizo nau-
fragar su embarcación en el río
San Lorenzo. Los supervivientes
consiguieron alcanzar la orilla des-
pués de haber rezado a santa Ana, a
la que más tarde le dedicaron una
capilla en ese mismo lugar. Desde
1876, santa Ana es la patrona de la
provincia de Quebec y la neorro-
mánica iglesia recibe anualmente a
más de 800.000 fieles de toda Nor-
teamérica. La basílica fue termi-
nada en los años 1920 y guarda el
húmero del brazo de la santa, una
reliquia donada por el papa Juan
XXIII en 1960.

Junto al santuario de Sainte-An-
ne-de-Beaupré hay una atracción
muy original: el Cyclorama de Je-
rusalén. Con 14 m de altura y 110 de
circunferencia, es el segundo ma-
yor ciclorama de pinturas del mun-
do, después del de Moscú. Presenta
paneles muy detallados sobre los
últimos tres días de la pasión de
Cristo. Las pinturas panorámicas
fueron realizadas entre 1878 y 1882
en Múnich, se transportaron hasta
Sainte-Anne y allí se alojaron en un
edificio construido expresamente
para exhibirlas.
Continuando hacia el este, to-
mamos de nuevo la carretera 138,

Cañón de Sainte-Anne,
un espectacular enclave
a 30 minutos de Quebec.

DENIS PEPIN / GETTY IMAGES
PIETRO CANALI / FOTOTECA 9X12

Free download pdf