D E V E R A N O
EL MUNDO. LUNES 29
C O M U N I C AC I Ó N JULIO DE 2019 HOJA Nº^27
LA PASADA HA SIDO
BÁSICAMENTE una
semana frustrante. Y
frustrada. Yuri Buida,
autor ruso rescatado por
la editorial Automática, condena a los
habitantes de su novela El tren cero a cuidar y
proteger un extraño convoy (dos locomotoras
delante, cien vagones perfectamente sellados,
dos locomotoras detrás) de cuyo origen y
destino lo ignoran todo. La carga, por supues-
to, es desconocida. Su misión es mantener la
estación y constatar el rigor de los horarios:
todos los días a la misma hora. La historia
comienza cuando Esther y su hijo se
marchan definitivamente de la estación,
después de décadas de servicio, dejando
abandonado y solo a Iván Ardábiev, el único
que nunca se planteó nada sobre el tren. Ni
por qué era tan importante ni a qué tanta
precaución ni, sobre todo, para qué el
sufrimiento. Antes habían marchado Aliona,
Misha y los demás, incluso los judíos. Pero
él resistía. Cada día un poco más hundido,
cada día más desesperanzado, cada día más
consciente de lo vano de un empeño que ya
ni siquiera era tal.
Mientras en la televisión, el pelotón pasa.
Todos los días a la misma hora. Lo hace
convencido de su épica y su sudor.
Pendiente esta vez del ganador más joven
del último siglo. La épica. Detrás, la gente y
los espectadores, arrullados por el narrar
pausado de Perico y Carlos, esperan. No
queda claro a qué. Quizá ni importa.
Cuentan que, recién llegado a Francia,
Samuel Beckett se encontraba un buen día
en la meta de una de las etapas de
probablemente el Tour. Ya habían pasado el
líder y los demás. El más rezagado de todos
también. Pero nadie se movía. El público
esperaba. El escritor, como Iván, no
entendía. Alguien se le acercó y le comentó
que aguardara. Faltaba por pasar el último.
Se dice que tal vez se trataba de Roger
Godeau, un ciclista veterano y calvo que
recorría las ciudades en busca de un torneo
ciclista que... perder. Su palmarés no
conocía mancha, ni trofeo. Y quién sabe si
de él no surgiera la inspiración para
Esperando a Godot (por fonética, igual a
Godeau), que no es más que la primera
estación de El tren cero y, ya puestos, de
todo lo demás. También de lo ocurrido la
semana anterior.
Las crónicas cuentan que los
negociadores se vieron las caras
convencidos de tener que llegar a algún
sitio. No sabían dónde. Tampoco para qué.
Ni siquiera se lo plantearon. Mejor no hacer
preguntas. Hablaron de la necesidad de
ceder, de la gente y de lo importante que
era no defraudar. También debatieron sobre
la altura de miras y lo relevante de los
gestos. Y así hasta llegar a los ultimátums.
Irrevocables. Indefectibles. Rotundos. El
tren cero volvió a pasar. Y el pelotón. Godot
tardaba. Frustrante sin duda.
LOREM IPSUM
‘EL TREN CERO’,
EL TOUR Y LA
INVESTIDURA
LOS NEGOCIADORES SE VIERON
LAS CARAS CONVENCIDOS DE
TENER QUE LLEGAR A ALGÚN
SITIO. NO SABÍAN DÓNDE. NI PARA
QUÉ. HASTA LOS ULTIMÁTUMS...
POR LUIS
MARTÍNEZ
«Mientras yo sea
administradora única
provisional les aseguro, les
juro, que nunca habrá
programas de este tipo».
Con esta rotundidad se
pronunció Rosa María
Mateo en contra de los
realities durante su
comparecencia en la
Comisión para el Control
Parlamentario de RTVE.
Ocho meses después de
aquel compromiso, La 1
estrena (esta noche a las
22.40 horas) Siete días sin
ellas, un programa que
mostrará cómo viven los
hombres de una pequeña
localidad después de que
las mujeres se marchen
durante una semana a un
retiro vacacional. Las
‘Siete días sin ellas’.
La 1 estrena esta noche
un programa que graba
el día a día en un pueblo
segoviano en el que las
mujeres se van y dejan
solos a los hombres
durante una semana
‘REALITY’
EN UNA
TVE QUE
PROMETIÓ
NO EMITIR
‘REALITIES’
POR DAVID SANZ
EZQUERRO MADRID
Mañana se cumple un
año desde que Rosa
María Mateo prometió
el cargo de administra-
dora provisional única
de RTVE. La periodista
fue nombrada por
Pedro Sánchez a través
de un polémico decreto
ley. El presidente
socialista aseguró
entonces que el
nombramiento era de
carácter transitorio
hasta que culminara el
concurso público
puesto en marcha para
elegir a un nuevo
presidente de la
corporación pública.
Sin embargo, la
situación se ha
prolongado y no parece
tener un final cercano.
Sobre el concurso
público pesan varios
recursos aún pendien-
tes de resolver.
UN AÑO EN UN
CARGO PÚBLICO
PROVISIONAL
cámaras recogen al detalle
el día a día de ellos y ellas.
En la nota de prensa de
RTVE sobre su nuevo
programa se evita referirse
a Siete días sin ellas como
un reality, pero el programa
es la adaptación del formato
de la BBC The week the
women went que la propia
cadena británica cataloga
dentro del género reality.
«Este programa no entra
tanto en el concepto de
reality puro que podemos
ver en otras cadenas»,
matiza, no obstante, en
conversación con este diario
Fernando López Puig,
director de Contenidos,
Canales y Producción de
Programas de TVE. «A
parte de tener un ánimo de
entretenimiento, tiene un fin
instructivo y didáctico»,
asegura el directivo de la
corporación pública, quien
destaca que Siete días sin
ellas pretende mostrar «los
usos y costumbres
tradicionales que han
asumido hombres y mujeres
en nuestro país».
El concepto de reality
–traducido en España como
telerrealidad– engloba
espacios que se basan en
situaciones sin guion y en
los que interactúan
protagonistas reales que no
interpretan un papel. Gran
Hermano es el ejemplo más
puro de este género, que en
los últimos tiempos ha
derivado también en lo que
se conocen como docu-
realities. Éste sería, tal y
como reconoce López Puig,
el caso de Siete días sin
ellas. Producido por RTVE
en colaboración con Big
Bang Media (Mediapro),
Siete días sin ellas tiene
lugar, de forma simultánea,
en la localidad segoviana de
Bernuy de Porreros, y en
Vera (Almería), donde se
encuentra el complejo
vacacional en el que se
instalarán las mujeres.
Los protagonistas
incluyen familias con hijos
pequeños, otras con
adolescentes, un
matrimonio maduro, la
dueña de uno de los bares
del pueblo y hasta la propia
alcaldesa. «Estamos muy
acostumbrados a las
historias urbanas y poco a
las rurales», destaca López
Puig como otro de los
elementos que, en su
opinión, dan valor añadido a
Siete días sin ellas.
«Éste es un contenido
adecuado para una cadena
pública», apunta el directivo
de RTVE, quien subraya, en
este sentido, que el formato
original está producido por
la BBC. En cualquier caso y
ante la posible
contradicción entre su
emisión y las palabras de la
administradora provisional
única en el Congreso, el
responsable de Contenidos
de la cadena apunta que la
producción de Siete días sin
ellas se aprobó en un
periodo anterior a la llegada
de Rosa María Mateo. «Todo
lo que se produce debe
emitirse», opina López Puig:
«Y la administradora se
refería, creo, a otro tipo de
realities», zanja.
Las mujeres de Bernuy de Porreros (Segovia) que protagonizan ‘Siete días sin ellas’ abandonan el pueblo con sus maletas. RTVE