Además, tener conciencia de sí mismo, de la propia capacidad para
aprender y superar retos, y de la posibilidad de contribuir al bienestar indivi-
dual y social, empodera y da confianza al individuo para ser asertivo y conver-
tirse en un agente de cambio positivo.^196
Aprecio y gratitud
Surge a partir de reconocer y apreciar elementos de nosotros mismos, de los
demás y del entorno, que nos benefician y nos hacen sentir bien. Implica aprender
a disfrutar el mero hecho de estar vivos, de la belleza del entorno, y de las accio-
nes y cualidades positivas, tanto propias como de los demás. Del aprecio deviene
la gratitud, que se manifiesta como una emoción placentera y que se consolida
en acciones para cuidar y proteger aquello que trae bienestar.^197 Por ejemplo, al
reconocer y apreciar el apoyo de otras personas, la gratitud se manifiesta como el
deseo de retribuir la bondad percibida, y se consolida con expresiones o acciones
para favorecerla.^198 Diversas investigaciones muestran que fomentar el aprecio y
gratitud en niños y jóvenes incrementa su bienestar; promueve relaciones sanas
y solidarias, así como una mentalidad altruista y de cuidado al medioambiente;
además, disminuye actitudes pesimistas o de derrota.^199
Bienestar
Tiene múltiples dimensiones. No se limita a una sensación o estado de ánimo;
más bien, el bienestar es una habilidad relacionada con el ser y estar, así como
con el hacer y el convivir, y como tal, se aprende a vivir. Existen muchas maneras
de clasificar las dimensiones del bienestar, algunos autores destacan que para
el bienvivir los individuos deben poseer una educación integral, sustento vital
suficiente y digno, vida en comunidad, cuidar la diversidad cultural y ambiental;
así como ser resilientes, contar con un buen gobierno, salud física, y mental.^200
En el contexto de la Educación Socioemocional es esencial destacar las dimen-
(^196) Véase Dweck, Carol. S, “The secret to raising smart kids”, Scientific American Mind, vol. 18,
núm. 6, EUA, 2007, pp. 36-43.
(^197) Véase Bartlett, Monica y David Desteno, “Gratitude and prosocial behavior: Helping when
it costs you”, Psychological science, vol. 17, núm. 4, Washington D. C., 2006, pp. 319-325.
(^198) Véase Kemeny, Margaret E. et al., “Contemplative/emotion training reduces negative emo-
tional behavior and promotes prosocial responses”, en Emotion, vol. 12, núm. 2, Washington,
D.C., abril, 2012, pp. 338-50. Consultado el 31 de marzo de 2017 en: http://www.paulekman.
com/wp-content/uploads/2013/07/Contemplative-emotion-training-reduces-negative-emo-
tional-behavior-and-promotes-prosocial-responses.pdf
(^199) Véase Froh, Jeffrey; William Sefick y Robert A. Emmons, “Counting blessings in early
adolescents: An experimental study of gratitude and subjective well-being”, en Journal of
School Psychology, vol. 46, núm. 2, EUA, 2008, pp. 213-233.
(^200) Véase Kahneman, Daniel, y Krueger, Adam, “Developments in the measurement of sub-
jetive well-being”, en Journal of Economic Perspectives, vol. 20, núm. 1, Washington, D.C.,
- pp. 3-24. Consultado el 11 de abril de 2017 en: https://www.aeaweb.org/articles?
id=10.1257/089533006776526030