LA VAINILLA
Por los años 1940 en las calles de la Ciudad de Papantla, eran empedradas, no
había carros solo animales como caballos, mulas, burros, perros, etc; y los que se
dedicaban a la vainilla se la compraban a los señores que venían de las
comunidades, era verde y recién cortada. La extendían y asoleaban en las calles
sobre petates, para que se fuera secando con el sol.
Esta vainilla era secada en la calle Abasolo por el señor Leobardo Tremari y
en la calle Rodolfo Curti por el Sr. Ramón Márquez y el Sr. Juan Márquez. En el
centro la secaban los señores Raúl de Cueto, Domingo Yorio y Arturo Tremari. En
la calle Pino Suarez los señores Trueba hacían lo mismo y por el Colegio
Guadalupe el Sr. Heriberto Larios y en el otro extremo de la ciudad el Sr. Rafael
Gutiérrez, continuaban secando esa importante vaina.
Cuando la vainilla estaba seca se clasificaba, la que se rajaba o partía se
cortaba en tres o cuatro partes a esta se le llamaba picadura y la entera se
apartaba.
Cuando la gente llegaba de Poza Rica o Zamora o de algún otro lado, al entrar
a esta ciudad disfrutaban el aroma de la vainilla. Esto hizo que Papantla fuera
conocida como “La ciudad que perfuma al mundo”.
Ahora este proceso de secado ya lo realizan en hornos especiales, ya quedan
pocas personas que se dedican al cultivo de esta orquídea. Algunas personas se
dedican a hacer figuras con la vainilla seca como cruces, cristos, canastas, o la
figura que elija el comprador.^8
(^8) Datos proporcionado por la Sra. Viola Tremari Jiménez (^)