#Consu.txTudinario
22 de marzo de 2015[...]dijo Vivienne. «Pour critiquer les gens il faut les connaître, et
pour les connaître, il faut les aimer» [1]
dice Kristina. «Nous cherchons tous le bonheur, mais sans savoir
où, comme des ivrognes qui cherchent leur maison, sachant
confusément qu’ils en ont une» [2]
—no sé porque ustedes se hablan en francés, ¿que planean para
sorprenderme?
Muchas son las razones para tener el pretexto de verlas. Perla me
pidió que improvisara para profundizar en la conversación:
“La leve brisa me llamó de vuestros cuerpos entrando por la
claraboya del <
La Tarjeta Centurión de Vivienne Wimmler respalda la diversión.
Nuestros brazos no alcanzan el piano Steinway & Sons que casa
Garrido ha transportado por <
Bariloche. Quien nos expresa:
—no hace falta que nuestro cerebro tenga que ordenarle a cada una
de esas teclas qué hacer, ni cómo moverse por el teclado. Esto es
gimnasia cerebral de la buena. Pero considerando que les pago por
colocarse conmigo, no espero a Walter Gieseking interpretar el
Concierto para piano núm. 4 de Ludwig van Beethoven en sol
mayor, op. 58.
Solo se escucha a lo lejos el pasar de los automóviles, ya que los
síntomas del consumo reciente comprenden lo siguiente: una
exaltación y exceso de confianza de nuestra parte. Aunque Kristina
Ananeva (siendo la «bagayo» del grupo) tiene un estado de alerta
más intenso. Vivienne y Perla Ham son de mayor energía e
inquietud, pero sus cambios de conducta son siempre de agresión.
Yo tengo una dicción incoherente y mis pupilas dilatadas. [...]