¡Siento una gran alegría!
¡Estela, rápido, toma esta flor, absorbe su néctar y dáselo!
Sorprendida, como quien no sabe que está sucediendo, absorbe el
líquido y con un cálido beso, introduce el néctar en la boca
del chico.
Brandon respira profundamente, su piel
comienza a recuperar el color, sus ojos vuelven
a ser los mismos, con fuerzas renovadas se
incorpora, toma a Estela de las manos, se
queda mirándola un momento, luego sus labios
se rozan suavemente.
¡Fue algo mágico!
Estoy tan emocionado que las luces de la nave
comienzan a parpadear.
¡Algún día, quisiera tener algo así!
¡Los dejo un rato a solas! Salgo de la nave y me siento fuera.
Luego, Brandon recuperado del todo, toca mi hombro, me incorpora y abraza,
coloca mi cabeza contra su pecho, sus lágrimas caen sobre mi rostro mientras dice:
¡Hoy me has vuelto a salvar!
Gracias por darme otra oportunidad cuando creía que todo estaba perdido, eres el
mejor amigo que alguien pueda desear, apareciste de pronto, en el momento que
más te necesitaba y compartiste lo más hermoso que alguien pueda entregar.
¡Su tiempo!
Él es el mejor regalo que dios nos hace con la promesa de que todo pasará, de esta
forma sanan las heridas y volvemos a ser nosotros mismos una vez más.
¡Siempre tendrás un lugar entre nosotros!