que me tomaría tiempo ejecutarlo. Un plan que recién ahora estoy poniendo
en marcha. Desde que lo conocí nunca confié en él, pero le seguí el juego
fingiendo inocencia y predisposición. Así que, conforme pasaba el tiempo,
casi la mitad de su personal ya estaba a mi merced. Tanto médicos como
militares se convirtieron en mis títeres.
››De esa manera adquirí la maquinaria para construir mi nube
ilimitada de datos, y con esa nube pude acceder a información íntima de
todos. Para mi fortuna, las personas guardan secretos oscuros; secretos que
desean llevar a sus tumbas, y de los que yo tengo conocimiento. En la red
podía encontrar muchas cosas, porque es el único sitio en el que la gente no
miente respecto a lo que quiere o a lo que teme. Incluso si buscaban cosas
de manera anónima, yo podía saberlo. Es inquietante saber que todos
ocultan algo, aunque para mí es divertido.
››Hice todo eso a espaldas de Caluti. Aunque definitivamente mi
peón más fuerte es Magnus; la mano derecha de Arturo. Ese anciano me
contó que además de mí había otros cuatro chicos; dos hermanos gemelos
provenientes de Pligia, un chico de apariencia rebelde llamado Kun, quien
es de Carmesí y, por último... Morgan Caluti, cuyo apellido real es Dezval.
››Tu verdadera ciudad natal es Limaria. Además, Magnus me contó
cómo conoció a Caluti y la manera en que supuestamente él fundó la
farmacéutica, pero en su relato muchas cosas no cuadraban. La versión de
Caluti contenía discrepancias que yo quería aclarar. Por esa razón me
contacté con Boldort; el supuesto villano en la historia de Caluti.
Los tres escuchaban seriamente. Esmeralda continuó explicando con
la mirada fría.
—Boldort me lo contó todo, y gracias a su relato ya tengo armado
casi por completo el rompecabezas.
Mientras ella explicaba todo, Boldort se había ido a llenar su copa
con más vino. Los chicos no podían ocultar su asombro, sin embargo,
Samuel no estaba muy convencido.
—Pero, si Caluti mintió con su historia... Boldort también pudo
hacer perfectamente lo mismo. ¿Cómo estás tan segura de que él sí dijo la
verdad? —preguntó Sam con algo de pena.
El chico miró en dirección a Boldort, y dijo: lo siento por dudar de
usted, señor Raxán, pero... simplemente quiero aclarar todo.