embargo, entre todas las piezas, sobresalía un rey enemigo con la
descripción: Arturo Caluti.
La chica explicó a Morgan.
—Cuando yo estaba en uno de los laboratorios del cuartel, robé a
Magnus esta sustancia. Había visto que se lo estaba aplicando a un militar,
al que supuestamente Caluti borró los recuerdos, sin embargo, cuando se lo
inyectaron... aquel soldado recordó después de unas horas todo lo que había
olvidado.
››Yo no creía que funcionara así que le resté importancia, pero aun
así decidí guardarlo por si algún día lo necesitara. Había otra sustancia que
borraba la memoria, y ahora que lo pienso, creo que esa es la que te
estuvieron inyectando para que no recordaras nada. Lamentablemente esa
no la pude traer.
—¿Qu... Qué vas a hacer con eso? —preguntó Morgan con
preocupación
—Te lo aplicaré. Es la única manera de que recuerdes todo —Ella
extendió su mano y señaló el sillón—, siéntate.
—No... Yo no...
—Hazlo, muchacho —Le animó Boldort desde atrás, apoyando la
mano sobre su hombro.
Morgan volvió la mirada hacia el Raxán. Este continuó, diciendo: es
la única forma en que encontrarás respuestas.
—Ha... Hay otro método —expresó Samuel, un poco inseguro.
Todos lo miraron.
—¿Cuál? —preguntó Boldort.
—Con FARAC... —Samuel se acercó a ellos—. Él me dijo que
nació en un laboratorio hace dos años. Quizás si hacemos que FARAC tome
posesión del cuerpo de Morgan... él nos dé respuestas.
Samuel miró hacia abajo y cambió levemente su expresión luciendo
un poco apenado.
—No... —Esmeralda tenía el rostro serio—. Eso sería demasiado
riesgoso, considerando el hecho de que su objetivo es matar a todos los
Raxanes. No podemos poner en peligro a Boldort, nuestro principal aliado.