evento.
—Pero apúrate, niño... —susurró el magnate. Luego, al ver a los
agentes ingresar con vehemencia, agregó en voz baja—: No les queda
mucho tiempo.
El limario caminó hacia los chicos. Ya estando ahí, se agachó
levemente y reposó su mano sobre la espalda de Kun.
—Oye, amigo, levántate.
—¿Eh? ¿Qué está... —Alcanzó a decir el pelirrojo, todavía un poco
aturdido.
Kun alzó la vista y vio a Morgan con una mirada compasiva. Este
extendió el brazo y lo ayudó a incorporarse. Luego colocó ambas manos en
el rostro de su nuevo amigo.
—Kun, sé que te conozco desde muy poco tiempo, pero siento que
puedo confiar en ti. Tú eres fuerte... ¡Eres realmente fuerte! Tu traje en
verdad me sorprendió.
››Si lo hubieras activado durante nuestra pelea, ten por seguro que
me ganarías. ¡Así que gracias por contenerte!
—Yo... —El chico apretó sus puños, este ya había recuperado los
sentidos. Entonces desvió la mirada al suelo—. Lo hice por orgullo...
Quería derrotarte con mi propia fuerza.
››Ni siquiera sé por qué te estoy confesando esto ahora, supongo que
es porque ya no tengo nada que perd...
—Gracias, amigo —Le interrumpió el limario dibujando una
sonrisa.
Después de decir eso, este acercó su frente a la del otro chico y lo
abrazó con fuerza para suprimir el dolor emocional que tenía Kun.
—Morgan, ¿qué haces? Esto es... vergonzoso.
—Lo hago por si en el futuro... ya no tuviera a quien abrazar. No
quiero morir sabiendo que he perdido la sensibilidad. Amigos..., hay algo
importante que debo confesarles. —Morgan se apartó y lo miró con una
expresión totalmente seria—. Por favor, convence a tus compañeros para
que me escuchen. Necesito tomar una decisión, y no quiero hacerlo sin
antes consultarlo con todos.