pagar por sus errores a través de la violencia y la venganza, ellos, en
cambio, alegaban que la verdadera paz se lograría por medio de la unidad
entre todos.
Según esa gente, no se podría detener la discriminación, ofreciendo
aún más discriminación, no disminuirían las muertes a través de la
venganza, y nunca acabaría la violencia si se le añadiera todavía más
violencia. Caluti seguía profesando sus ideas con euforia.
—¡Ya he matado al impostor y manipulador Dorgan Raxán!
¡También he acabado con el resto de los gobernadores corruptos! ¡Y
finalmente! ¡¡Todos ustedes han visto cómo eliminé a la última
gobernadora!!... ¡¡¡He limpiado la maleza de Eumaria!!!
Había grandes conflictos entre las personas, pues, tanto a
pigmentados como a normales, no les agradaba la idea de que un completo
extraño tomara las riendas del gobierno. Los normales querían que siguiera
liderando algún Raxán, ya que estaban acostumbrados a ese linaje.
Por otro lado, a los pigmentados no les hacía gracia que un hombre
con el cabello negro gobernara sobre ellos. Eumaria se encontraba inmersa
en un completo caos social y político. En ese punto, la barbarie ya había
tomado forma en las calles. Lu se acercó a Morgan y le habló en voz baja.
Ambos tenían sus cascos puestos.
—Oye..., quiero hablarte acerca de algo.
—Te escucho. ¿Qué tienes en mente?
—Debido al estado emocional del señor Caluti, creo que ahora es
capaz de hacer cualquier cosa, y si lo que él dice acerca de las bombas es
verdad, entonces tengo un plan para detenerlo. Aunque necesito tu
aprobación.
El limario pensaba con seriedad.
Creo que Lu resultó ser un gran estratega después de todo. Él fue
quien me nombró como líder del grupo sin dudar ni un segundo. También
es bastante sensato en la toma de decisiones. Debo dejar que alguien con
su ingenio sea el que se encargue de trazar un plan. Esto es lo que haría un
buen líder; uno verdadero daría la oportunidad al más inteligente para que
tomara las decisiones importantes.
—¿Cuál plan? —preguntó finalmente.