››Por otra parte, las instituciones públicas se rindieron sin mostrar
ninguna oposición; usted controla casi la totalidad de la nación; en sus
manos están tanto el sector público como el privado.
—Excelente. —El magnate comenzó a dar órdenes mientras sonreía
con satisfacción—. Quiero que envíen a las calles de Estrexia, Yalas, Krama
y Gani, a todos los efectivos policiales y demás empleados de Eumaria.
Necesito que mantengan calmada a la población, y que las personas sigan
con sus vidas normales.
››Todo debe funcionar correctamente; trenes, bancos, negocios y
demás. Si alguien hace correr rumores de guerra, deténganlo de inmediato.
Es más fácil atacar a un pueblo que no está en guardia.
››Inhabiliten los fondos de la tarjeta de Morgan, que ese chico no
tenga ni un solo Lit. Censuren todas las noticias provenientes de la isla
Paronia, de Lamkar y de las demás regiones del noroeste... ¡Y quiero que lo
hagan rápido!
—A su orden, señor.
—Al fin... —Caluti sonreía aún más—. La tercera fase iniciará.
Nordok seguía mirando al suelo, queriendo que todo ese conflicto
terminara de una vez por todas, pero, al escuchar las ordenes de su jefe, el
coloso comenzó a dudar.
—Señor, usted sabe que yo nunca estaré en contra de sus ideales, sin
embargo... ¿Qué pretende hacer con los habitantes de estas regiones? ¿En
verdad lo destruirá todo al igual que ellos lo hicieron con nuestros
antepasados?
—Así es, muchachón. Verás, con la diferencia tan abismal que
existe entre las regiones del norte y del sur, las ciudades no pueden crecer al
mismo ritmo.
››Pues, mientras que estas ciudades están muy desarrolladas y gozan
de un bienestar óptimo, por otro lado, miles de personas están viviendo bajo
el umbral de la pobreza en las regiones del noroeste.
››Por esa razón lo reduciré todo a cenizas hasta que no quede nada.
Construiré esta nación desde cero, y así todo será equilibrado.
Ya para ese momento, el coloso logró recuperar totalmente la
conciencia, y a este le pareció absurda la idea de destruir todo.