Lu y el limario guardaban silencio como si supieran algo que el
resto ignoraba.
—¿Qué proponen que hagamos? —preguntó Morgan tomando a su
hermana de la mano.
—Lo más lógico sería que nos vayamos a Astoriu para abrir el
búnker —respondió Cleman.
—¿Y qué haremos con Caluti? —preguntó Kun con el ceño
fruncido.
Lu suspiró antes de dar su opinión.
—Ya no podemos hacer nada para detenerlo. Creí que teníamos una
oportunidad, sin embargo, somos unos niños comparados con él y con su
gente.
››Caluti controla todo un país, y también a miles de soldados.
—Yo me opongo a ese plan —dijo Morgan de manera tajante. Todos
lo miraron con asombro. Él, con el semblante serio, argumentó—: Nuestro
deber es derrotarlo para poder salvar a todas las personas.
En ese momento Esmeralda le replicó con dureza.
—Morgan, por lo que pude escuchar ayer de ti, tú estabas dispuesto
a abandonar la misión para ir en busca de tu hermana... Así que ahora no
seas hipócrita y finjas que te importa esa gente.
Él quedó en completo silencio tras escuchar esas aplastantes
palabras. La chica continuó reclamándole.
—Sinceramente creí que tenías lo necesario para derrotar a Caluti,
pero dudaste en los momentos más importantes, ¿y sabes por qué?... Porque
te faltó convicción. Eres el más fuerte dentro de esta habitación, pero el más
débil si hablamos de liderazgo.
››Piénsalo, Morgan, te tomó dos días vencer a los reos de Paronia, y
con eso en mente... ¿En serio crees que tendremos oportunidad de ganar
contra cientos y miles de militares? Además, esa es una batalla que no nos
compete.
››Empiezo a creer que la gente del sur en verdad se merece lo que le
está sucediendo. Ellos simplemente están cosechando de todo el odio y las
mentiras que sembraron por tantos añ...