—Porque la niña también consideró la cantidad de habitantes, y
concluyó que matemáticamente sería imposible contratar a todas las
personas. Es debido a eso que surgiría otro de los tantos problemas
implicados en la excelencia y la perfección.
—¿Cuál?
—Esmeralda dijo que se crearían nuevos criterios o parámetros para
contratar a la gente, los cuales no serían éticos, según ella, pues los
empleadores considerarían otros aspectos; como físicos, raciales, sexuales,
ideológicos y hasta geográficos.
››Básicamente se recurriría al racismo y a la discriminación
obligatoria, y estos a su vez producirían envidia, resentimiento, y otros tipos
de emociones y pensamientos negativos.
—In... creíble —expresó Caluti muy asombrado.
El director comenzó a reír.
—¡Esa fue la misma reacción que tuvo la maestra!... Luego nos
enteramos de que Esmeralda dijo eso simplemente porque se había olvidado
de hacer la tarea; ella se quedó leyendo novelas toda la noche y debía
inventar una excusa. ¡Pero que lo haya hecho de esa forma fue algo bastante
impresionante!
—¿Y luego?... —Él quería saber más—. ¡¿Qué ocurrió?!
—La niña dijo a la profesora que no debía preocuparse tanto, porque
para el bien de todos... las personas no son perfectas. También afirmó que
afortunadamente el mundo está plagado por una mayoría de gente estúpida.
Es más, según ella, la existencia de ese tipo de personas; las tontas,
mediocres y holgazanas, es necesaria para la estabilidad de la nación.
››Ella dedujo que esas personas tendrían más posibilidades de
convertirse en delincuentes. Sin embargo, los crímenes y delitos que se
cometieran bajo el sistema en el que vivimos, solo serían equiparables a las
caries de las muelas.
››Esmeralda afirmó que es preferible tener esas molestas caries;
capaces de erradicarlas en un futuro, que estar sin dientes y no poder comer
ni una sola rebanada de pan. Eso, si en el mejor de los casos hubiera pan
para comer. Ella dijo, además, que la mediocridad de la mayoría es “un mal
necesario”.