LIBRO DE LA SALUD CARDIOVASCULAR
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Otros tratamientos
Para aquellos pacientes que tienen formas obstructivas
de la enfermedad y que continúan con síntomas graves, a
pesar del tratamiento farmacológico, existen otras opcio-
nes terapéuticas:
- Cirugía (miomectomía): se trata de una cirugía
cardíaca en la que se extirpa la porción de tabique
que provoca la obstrucción. Es el tratamiento
estándar de los pacientes que no responden al
tratamiento farmacológico. - Ablación septal con alcohol: ha surgido como
alternativa a la cirugía clásica en pacientes selec-
cionados. Consiste en provocar de forma contro-
lada un infarto en la región donde se concentra
la mayor hipertrofia (porción superior del tabique
que separa ambos ventrículos). Durante el proceso
de cicatrización de dicho infarto, la zona se con-
vierte en tejido cicatricial, disminuye de grosor y se
reduce la obstrucción. Para crear el infarto hay que
realizar un cateterismo, por el que, a través de la
arteria femoral, localizada en la ingle, se accede
a las arterias coronarias —arterias que nutren
de sangre el corazón—, y se administra alcohol
en la rama que irriga la zona que debe tratarse. - Trasplante cardíaco: es siempre un tratamiento
reservado a formas muy avanzadas de cardiopa-
tía. Estaría indicado en pacientes muy sintomáti-
cos en los que hayan fracasado todas las demás
alternativas de tratamiento.
Consultas más frecuentes
¿Cuál es el riesgo de transmisión de MH a la descendencia?
La mayoría de los casos de MH son hereditarios. El riesgo de transmi-
sión a la descendencia depende del patrón de herencia observado
en la familia. En la mayoría de los casos es autosómico dominante,
lo que significa que el riesgo de transmisión a la descendencia es
del 50%, y que afecta por igual a los varones y las mujeres.
¿Se puede seguir trabajando?
Los pacientes con MH no deben practicar deportes de competi-
ción ni actividad física intensa. A menos que el paciente esté muy
sintomático o que su actividad laboral habitual requiera la reali-
zación de esfuerzos físicos intensos, podrá continuar con su ritmo
de vida habitual.
¿Qué riesgo de muerte súbita existe? ¿Es necesario implantar
un desfibrilador?
El riesgo de muerte súbita es globalmente bajo. En todo paciente
hay que realizar un estudio básico para determinar su riesgo de
muerte súbita (estratificación del riesgo) e iniciar el tratamiento
necesario. El desfibrilador se implanta exclusivamente en los
pacientes que ya han tenido un episodio de muerte súbita o que
presenten un riesgo elevado de sufrirla.
¿Tiene cura la enfermedad? ¿Hay alguna manera de evitar el
desarrollo de hipertrofia?
Actualmente la enfermedad no tiene cura. No existe ningún
fármaco que evite el desarrollo de hipertrofia o que la haga
desaparecer.
Si se sufren varios desmayos, ¿es necesario consultar al
cardiólogo?
Los mareos o pérdidas de conocimiento son síntomas potencial-
mente graves, aunque a veces pueden ser benignos, por lo que
siempre se debe consultar al cardiólogo a fin de establecer la
causa. En general, es conveniente acudir al médico de cabecera
o al cardiólogo siempre que se produzca un empeoramiento de
los síntomas.
Glosario
Ácido desoxirribonucleico (ADN): molécula que contiene toda
la información genética necesaria para el funcionamiento del
organismo. Define nuestras características físicas.
Anticoagulante: fármaco que impide la formación de coágulos.
Se emplea para prevenir embolias. Los anticoagulantes más utili-
zados son la heparina y el Sintrom®.
Arritmia: cualquier ritmo diferente al normal. Engloba tanto los
ritmos en que el corazón va demasiado rápido (taquicardia) o
demasiado lento (bradicardia), como los resultantes de una inte-
rrupción en la transmisión normal del impulso eléctrico a lo largo
del corazón (bloqueos).
Estudio ecocardiográfico de un paciente con miocardio patía hiper-
trófica donde es evidente la existencia de hipertrofia ventricular (el
septo interventricular muestra un grosor de 17 mm). AI: aurícula
izquierda; VI: ventrículo izquierdo; SIV: septo interventricular.