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DIETA MEDITERRÁNEA Y PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR: MITO O REALIDAD
de investigación que concluya que disfrutar de un café
al día resulta un problema para la salud. Lo que sí se ha
cuestionado desde el punto de vista cardiológico es el con-
sumo de tres o más tazas de café diarias.
Carne
Los griegos introducen también el placer por el consumo
de aves que vuelan, y los latinos, por la caza. Una reducción
en el consumo de carnes rojas, sustituidas éstas por car-
nes blancas poco grasas (pollo, pavo, codorniz, perdiz...)
y no adobadas, junto con carne de caza, pueden incluirse
sin problemas en la dieta mediterránea. Lo mismo sucede
con las carnes de caballo y conejo, que también son bajas
en grasas saturadas y no cardiosaludables. Sin embargo, la
gallina, la oca y el pato no son muy aconsejables por su
riqueza en grasas saturadas no deseables.
Lácteos
Al hablar de lácteos, cabe referirse a la leche de vaca, el
queso y los yogures fundamentalmente. Su alto contenido
en vitamina D y calcio es esencial para los huesos (para la
prevención de la osteoporosis). También los lácteos son
ricos en fósforo. No obstante, no se dispone de estudios
concluyentes sobre la protección de la enfermedad cardio-
vascular. Es necesario tomarlos a diario y a todas las edades
para cubrir las necesidades, ponderando los productos
semidesnatados y desnatados, según las cifras individuales
de colesterol en la sangre.
Huevo
Su consumo, al igual que el de las carnes rojas, debe ser
moderado. Quienes tienen altas cifras de colesterol en la
sangre pueden tomarse una tortilla de clara de huevo, sin
yema, ya que en la clara no hay colesterol. Su sabor varía
muy poco con respecto a la de un huevo completo.
La dieta mediterránea no es un mito, sino una reali-
dad contrastada por numerosos estudios.
Consultas más frecuentes
¿Cuándo se debe adoptar la dieta mediterránea?
Prácticamente desde el nacimiento, ya que la madre lactante
que sigue la dieta mediterránea está alimentando a su hijo de la
misma manera. Debe ser un objetivo de educación para la salud
en la escuela y de diálogo familiar.
¿Es realmente eficaz para prevenir el riesgo cardiovascular?
Sí, así lo demuestran numerosos estudios internacionales y la lla-
mada medicina basada en la evidencia.
¿Es efectiva por sí sola o hay que asociarla a otras actividades?
Su mayor efectividad se alcanza cuando se asocia a un estilo
de vida mediterráneo, que incluye ejercicio físico continuado,
paseos, charlas, pequeña siesta, buen estado de ánimo y proyec-
tos de futuro.
Si se ha padecido ya un problema cardiovascular, ¿tiene sen-
tido adherirse a la dieta mediterránea?
Los estudios más concluyentes revelan una disminución del riesgo
de padecer otro problema cardiovascular. Nunca es tarde para
adherirse a la dieta mediterránea. Gracias a ella bajan los marca-
dores de riesgo inflamatorio de las coronarias, la presión arterial
y los niveles en la sangre de colesterol total y de lipoproteína LDL
o colesterol malo, se eleva la lipoproteína HDL o colesterol bueno,
y se permite la activación de la insulina, con lo que los pacientes
diabéticos obtienen mejoría.
¿Sobre qué otras enfermedades tiene efectos protectores la
dieta mediterránea?
Los resultados de numerosos estudios han llevado a considerar la
dieta mediterránea como un factor protector en el desarrollo de
distintos tipos de cáncer, de enfermedades neurodegenerativas,
como el Alzhéimer y el ictus cerebral, en la prevención y trata-
miento de la depresión y en el retraso del envejecimiento.
TABLA 3. Refranes de la dieta, el corazón y la cultura
mediterránea
Con aceite de oliva, el corazón se aviva
Fruta y verdura alejan tu sepultura
Quien su salud procura, comerá verduras
Legumbres, hortalizas y verduras frenan las apreturas
De sardinas harto, se alejó el infarto
Tertulia, zapato y alimentación mantienen tu corazón
TABLA 4. Decálogo de la dieta y la cultura
mediterráneas
- Tomarás aceite de oliva todos los días de tu vida
- El pan y los cereales no olvidarás
- La fruta acompañará tus comidas
- Ensalada a diario comerás
- Hortalizas, verduras y legumbres combinarás
- Sin pescado no vivirás
- Diariamente leche beberás
- No excederás el consumo de grasas saturadas
- Laborables y festivos caminarás
- Siempre compañía procurarás
Estos diez mandamientos se resumen en dos:
Amarás la dieta mediterránea como a ti mismo
Al prójimo transmitirás sus beneficios