LIBRO DE LA SALUD CARDIOVASCULAR
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monofilamento (para medir la afectación de los nervios
en los diabéticos), entre otras.
A partir de esta evaluación global del estado de
salud se calcula el riesgo cardiovascular del paciente,
medido en la probabilidad de padecer una enfermedad
cardiovascular en los próximos años.
Una vez cuantificado el riesgo, los médicos y las
enfermeras de AP realizan un tratamiento conjunto de los
factores de riesgo cardiovascular, y se indican al paciente el
mejor tratamiento y consejos para el control de cada uno
de esos factores detectados. Por último, se desarrolla el
seguimiento oportuno para mantener un adecuado grado
de control. En este sentido, se recomiendan al menos dos
visitas al año para el control de la tensión arterial, una visita
anual para medir la hipercolesterolemia, y entre cuatro y
seis para los diabéticos. En cualquier momento de este
proceso, los médicos pueden solicitar a otros especialis-
tas del hospital su valoración y colaboración para el mejor
diagnóstico y tratamiento conjuntos.
El seguimiento de la enfermera incluye además
actividades de educación para la salud, cuyo objetivo es
que el paciente sepa más sobre su patología y desarrolle
hábitos de vida saludables. No es posible controlar ade-
cuadamente los factores de riesgo cardiovascular sin la
colaboración del propio paciente, que tendrá que modi-
ficar su estilo de vida y, en muchos casos, tomar medi-
cación durante años. Todas estas actividades potencian,
en definitiva, el cuidado y la responsabilidad del paciente
sobre su propia salud.
Las primeras manifestaciones de las enfermedades
cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares pueden presentarse
con diversas manifestaciones clínicas al comienzo. A veces,
el primer indicio es una complicación cardiovascular
grave, como un infarto agudo de miocardio, una arritmia
o una parada cardíaca, hechos que en ocasiones causan
un gran impacto por su eco en los medios de comunica-
ción, como en el caso del fallecimiento súbito de depor-
tistas de élite. Esta forma silenciosa de debutar hasta que
se produce el evento mortal, que es siempre dramático,
no es la más común en las enfermedades cardiovascu-
lares. Lo más habitual es que los pacientes empiecen a
sentir algún síntoma leve, que indica que el organismo ya
no es capaz de compensar el mal funcionamiento del sis-
tema cardiovascular. Por ejemplo, la presencia de disnea
(sensación de falta de aire) puede significar, entre otras
enfermedades, una insuficiencia cardíaca. Como ya se vio
en el capítulo correspondiente, la disnea puede progresar
de muy leve (manifestándose únicamente con esfuerzos
físicos importantes) a muy grave, siendo evidente incluso
en reposo. Cuando el enfermo comienza a sentir disnea
de causa cardiovascular, eso significa que el corazón y
las arterias ya han agotado sus mecanismos de adapta-
ción y compensación, por lo que son incapaces de fun-
cionar correctamente. En ese momento inicial en que la
sensación de falta de aire comienza, es frecuente que los
pacientes no le den importancia o adapten su vida evi-
tando algunos esfuerzos físicos. Por ello es importante
que se observen algunos síntomas o signos persisten-
tes o repetitivos (no pasajeros o efímeros), en especial
en aquellas personas que ya tienen factores de riesgo
conocidos para padecer enfermedades cardiovasculares,
como la hipertensión arterial, el tabaquismo, la diabetes
mellitus o la hipercolesterolemia. En caso de persistir esos
síntomas, se debe acudir al médico de familia del centro
de salud.
La disnea y el dolor torácico
La disnea es uno de los principales síntomas referidos ante-
riormente. Puede ser aguda e instaurarse en unos minutos
o días, o crónica, de más de un mes de duración. La disnea
también puede significar el inicio de otras enfermedades
El Sistema Nacional de Salud en España se divide en dos grandes
niveles: atención primaria (AP), que es la asistencia sanitaria de primer
contacto con el ciudadano, y atención especializada (AE), propia de
un proceso diagnóstico y terapéutico de mayor complejidad, cuyo
núcleo central está constituido por los hospitales.