LIBRO DE LA SALUD CARDIOVASCULAR
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los datos son interesantes, pero tan especializados o técni-
cos que no interesarán a la mayoría de los lectores de una
revista de ámbito general.
En España existen multitud de revistas científicas
de alta calidad que han conseguido un importante factor
de impacto y que están incluidas en las más prestigiosas
bases de datos y buscadores internacionales. Muchas de
estas revistas se publican en español y también en inglés
a texto completo para facilitar la difusión internacional de
sus contenidos. Conseguir la máxima difusión de los resul-
tados de cada trabajo o investigación es prioritario.
Cómo remitir el artículo a la revista y qué sucede
tras enviarlo
Actualmente, la mayoría de las revistas científicas dispone de
un sistema de gestión electrónica de manuscritos que per-
mite el envío de artículos directamente por la web. En estos
sistemas, el autor debe rellenar la información de todo el
artículo en páginas sucesivas que ha de completar y aceptar
(metadatos). Existe una ventana para declarar y especificar
los posibles conflictos de intereses. Debe subirse al sistema
la carta dirigida al editor en la que se explique el interés
del artículo y, posteriormente, el propio autor generará un
documento en soporte informático PDF de su artículo, que
también subirá al sistema, revisará y aceptará.
Una vez remitido el artículo, éste es revisado por el
editor correspondiente (no necesariamente el editor-jefe)
y, si es de suficiente calidad, será enviado para su valora-
ción por expertos. Ésta es una parte decisiva del proceso
editorial. Así, los artículos originales son evaluados muy
críticamente por expertos (revisión por pares, peer review)
en la misma área de interés. Estos expertos generalmente
(aunque no siempre) son elegidos de entre el comité edi-
torial de la revista. Analizan las debilidades y fortalezas del
artículo, valoran su interés para la revista y, habitualmente,
solicitan múltiples aclaraciones o modificaciones a los auto-
res. En una carta diferente, los revisores expresan su opinión
directamente a los editores, a veces de forma más agresiva.
Con estas valoraciones, habitualmente de dos revisores y en
ocasiones de más, los editores tomarán una decisión sobre
si el artículo es susceptible de publicación o debe ser recha-
zado por falta de prioridad. Los editores atenderán, además,
otras consideraciones editoriales (interés para sus lectores,
publicación previa de artículos similares, número y tipo de
artículos pendientes de publicar, etc.).
En caso de respuesta positiva, los autores deben
contestar a todas las consideraciones de los evaluadores
con los cambios pertinentes en el manuscrito o, en su
defecto, explicar muy claramente por qué no se atienden
sus sugerencias. Habitualmente, el artículo modificado
vuelve a ser enviado a los mismos revisores que inicial-
mente lo valoraron para una nueva consideración. Por
tanto, es muy importante que los autores contesten, uno
por uno, a todos los comentarios y también que señalen
claramente dónde se han efectuado modificaciones en
el manuscrito para que sean fácilmente identificables. En
esta segunda valoración pueden pedirse nuevos cambios
o aclaraciones adicionales pero, generalmente, la suerte ya
está echada.
Muchas revistas solicitan en este momento una
valoración adicional por expertos en metodología y esta-
dística. El proceso tiene una duración muy variable, pero
los autores deben esperar la carta (actualmente por correo
electrónico) con la primera decisión en el plazo de uno o
dos meses. El tiempo desde la remisión a la aceptación
definitiva también es muy variable y oscila entre tres y
seis meses. El tiempo entre la aceptación y la publicación
suele variar entre cuatro y nueve meses. Los autores ten-
drán la oportunidad de corregir sus pruebas, que recibirán,
no ya desde la revista, sino directamente desde la edito-
rial correspondiente. Deben mantenerse los embargos de
tiempo acordados en la difusión de los datos antes de su
publicación.
Pero, ¿qué sucede si rechazan el artículo? Los
autores han puesto una gran ilusión y por eso suelen
sentirse incomprendidos o tratados injustamente. Sin
embargo, hay que resistirse a la frustración del rechazo.
Sólo quienes publican artículos científicos de forma habi-
tual saben cuántas veces éstos son rechazados y cómo,
tras incorporar nuevos cambios, terminan encontrando
una revista que los acepte. Este proceso, sin embargo, es
muy laborioso y sólo conocido por los autores. Siempre es
importante intentar mejorar el artículo con los comenta-
rios de los evaluadores. Sin embargo, el propio autor, que
por definición es también un experto en el tema, conoce
mejor que nadie el valor de sus aportaciones. Por eso, si
está convencido de su interés no debe desanimarse por
una carta de rechazo y tiene que probar suerte en otra
revista. Siguiendo el lema de algunos investigadores keep
fighting ('seguir luchando').
Por qué hay que publicar artículos científicos
La actividad médica se divide clásicamente en asistencia,
docencia e investigación. Ahora también se habla mucho