utiliza para estar preparado para el siguiente día o para la
siguiente vida.
En realidad, un ser en su forma original está formado por un
grupo reducido de partículas de materia diferentes a las conocidas
de la tabla periódica, esas partículas pertenecen y forman un solo
ser al estar conectadas directamente entre sí. Este ser es lo que
llamamos alma y su función principal es la de sentir y emitir las
órdenes de nuestros deseos en su forma más esencial. Este ser o
alma, a su vez está recubierto por un grupo de partículas más
semejantes a las conocidas y que se han obtenido de la materia
planetaria. Con la unión del alma y esas partículas se forma el
denominado espíritu, que en ocasiones aparece en forma de
espectro o fantasma y que permite influir ligeramente en la
materia. Solo en ocasiones excepcionales o accidentales los
espíritus pueden influir más allá de simples efectos superficiales,
porque el espíritu es sobre todo energía, pero con muy poca
materia y la fuerza es la consecuencia de unir adecuadamente
energía y materia. Precisamente para eso sirve la reencarnación,
para proporcionar al espíritu la cantidad de materia que necesita,
porque solo cuando existe un equilibrio adecuado entre materia y
espíritu se logra la felicidad. Normalmente, cuando una persona
muere su espíritu se aleja del lugar en que vivió y se adentra en el
mundo espiritual, pero a veces no se marcha sea por miedo a ese
nuevo plano de existencia o porque crea que tiene asuntos
pendientes sin resolver.
Algunas veces, los aficionados al espiritismo atraen sin querer
espíritus malignos que para poder regresar al lugar donde se les
invocó fijan en algún objeto una señal de localización que les
permite volver sin necesidad de una nueva invocación, esto es lo
que se llama posesión de un objeto. Cuando esos espíritus colocan
en una persona la señal de localización se produce la denominada
posesión diabólica, esos entes son por lo general seres
degenerados que no quieren abandonar este mundo y creen
antonio.p
(Antonio.P)
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