Una religión ideal tiene que ser flexible para que pueda
evolucionar y aceptar los cambios que tengan sentido, pero
cuando alguien trata de imponer un modelo literal o rígido de un
escrito antiguo demuestra que no intenta encontrar la verdad, sino
acaparar un poder totalitario, como es común en las sectas
destructivas. Un ejemplo de este sometimiento al enfoque literal
lo tenemos en cómo se plantea en este libro la creación de las
distintas razas humanas, al decir que una sola pareja tuvo dos
hijos de cada raza, lo cual es absurdo, pues hasta el científico más
ingenuo sabe que las diferencias de pigmentación son el resultado
de la adaptación al clima de los distintos continentes y no a un
capricho natural. O cuando propone que los espíritus crearon
cuerpos humanos a partir de formas semitransparentes, pero sin
pasar por las fases de evolución a partir de especies animales
inferiores. Pretenden así proponer la existencia de dos creaciones
paralelas del ser humano, una de origen animal y otra de origen
divino y todo ello para no cuestionar el dogma. Es evidente que
cuando plantean eso, es porque no comprenden que un hombre
puede ser al mismo tiempo de origen animal y divino, por ello, es
absurdo plantear que haya dos creaciones simultáneas. En mi
opinión, el autor de este libro inventó esta historia para justificar
la cita bíblica en la que se sugiere que los ángeles se casaron con
mujeres humanas, porque él pensaba que entonces tendrían que
existir dos creaciones humanas diferentes. Esta cita bíblica surge
de la primitiva mitología, en esa mitología se trata de sugerir que
en el ser humano existen dos partes, una material que corresponde
a nuestro cuerpo y otra divina que corresponde a nuestro espíritu,
lo cual es correcto, pero se plantea de forma equivocada. La
solución a este conflicto entre la materia y el espíritu está en
reconocer que el hombre sí desciende de los animales, pero no es
cierto que en el proceso de evolución solo hayan existido las
teorías de Darwin, porque, para el desarrollo de cada especie
animal, también es necesaria la participación del espíritu, que
antonio.p
(Antonio.P)
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