234 Chapter 10
lo posible para que el odio y el resentimiento impidan el diálogo y la
concertación. Sin embargo, es posible asegurar que éstos no han con-
struido ni podrán construir nada. Entonces será necesario buscar la
comunión entre toda esa diversidad dispuesta al encuentro para hacer
de la Isla la mejor casa de todos, donde incluso se beneficien esos
retrógrados; pero no permitamos que sean ellos quienes prefiguren
nuestro presente y nuestro futuro.
Facilitadores internos del proceso
El logro de la comunión entre toda esa diversidad dispuesta al encuen-
tro demandará el despliegue de una labor facilitadora por parte de sec-
tores llamados a garantizar que esto ocurra. Esta labor, según ha
propuesto el equipo de la revista Espacio Laical, quizá deban
imponérsela: los intelectuales que deben ayudar al pueblo en esa oblig-
atoria responsabilidad de soñar un país mejor; las Fuerzas Armadas
Revolucionarias en tanto deben ser garantes del orden; el Estado en la
medida que—como ya señalé—logre moverse desde una posición de
parte hacia una de moderador y garante de toda la diversidad; así
como la Iglesia Católica porque a ella le compete la misión de procu-
rar el sentido de responsabilidad de cada persona y la concordia entre
todos.
Algunos han cuestionado nuestra propuesta en relación con las
Fuerzas Armadas, por la implicación que han tenido con el sistema
imperante en la Isla. No obstante, le guste o no a éstos críticos, las
Fuerzas Armadas tienen que jugar un papel significativo, como pud-
iera ocurrir en cualquier sociedad que se proponga el delicado desem-
peño de refundarse. Las fuerzas armadas, en cada país, aseguran la
estabilidad de los cimientos del conjunto de las relaciones sociales, que
suelen estar formulados en la constitución política de toda nación.
Dicha responsabilidad, casi nunca implica acciones sistemáticas,
concretas y directas; sino únicamente el conocimiento general de que
el Ejército—con la fuerza de las armas—no se parcializa con ninguna
persona o grupo, se dispone a reconocer todos los principios políticos