los dioses, tienen los mismos vicios y pasiones que los hombres,
en realidad lo que tratan de hacer es sobrevalorar a los propios
seres humanos. Es, por lo tanto, un modo ingenuo de entender
lo divino al mismo tiempo que un acto de arrogancia, porque al
rebajar a los dioses tratan de elevar a los hombres.
También era frecuente, que cuando una gran civilización de la
edad de piedra o de bronce desaparecía, al ver sus sucesores las
grandes construcciones que habían dejado pensaban que eso no
lo podían haber construido los hombres sino que tenía que ser
forzosamente obra de gigantes semi divinos. Eso, se debe, a que
no eran capaces de comprender cuál es el verdadero potencial
que el ser humano tenía en la antigüedad. La verdad es que ese
trabajo no lo habían hecho hombres gigantes sino una
civilización que, comparada con sus vecinas era muy grande y
por eso construía monumentos gigantes, esto, es lo que ocurrió
por ejemplo con las pirámides de Egipto o la torre de Babilonia.
La verdad es, que cuando los hombres prehistóricos se dieron
cuenta de que eran superiores a los animales trataron de
simbolizarlo construyendo grandes monumentos de piedra, esto
se hizo común en toda la Tierra. Usaron este material, porque el
conocimiento que en aquellos tiempos tenían de los metales era
muy escaso. Estas civilizaciones primitivas no conocían las
máquinas eléctricas de la actualidad, pero eran unos expertos en
el manejo de la piedra, y usaban para ello martillos y cinceles
hechos con minerales de gran dureza, sogas sacadas de fibras
vegetales y troncos usados como ruedas. También se servían de
un manejo hábil de la ley de la palanca para aumentar la fuerza
mecánica y usaban grúas hechas de madera y piedra accionadas
por contrapesos para subir grandes cargas a mayor altura de
forma parecida a como lo hacen los ascensores actuales, pero
con la diferencia que en lugar de energía eléctrica usaban fuerza
antonio.p
(Antonio.P)
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