fundamentales en consonancia con las leyes de Dios, pero eso no
significa que Dios sea un hombre. Esto solo puede considerarse
una actitud arrogante, porque Dios, no es una persona sino un
conjunto de leyes universales y al ser humano le falta mucho
para estar en consonancia con ellas.
Del mismo modo, adorar a la madre de Jesús es como
despreciarle a él, porque no hay prueba alguna que demuestre
que ella pensase igual que él, porque son muchos los ejemplos
de personas que fueron famosas en un campo de la ciencia, pero
cuyos padres no solo no pensaban como ellos, sino que se
opusieron con fuerza a las actividades de sus hijos. Es evidente,
que al actuar así los responsables de la iglesia tratan de
equiparar a la familia de Jesús con la monarquía, como si él
hubiera sido rey de algún país de la Tierra y su madre, por lo
tanto, fuera la reina madre, lo cual es mentira, porque tal reino
nunca existió. Es cierto que Jesús tenía un reino, pero no era de
este mundo, porque a él no le interesaba la política sino la
filosofía y en ese campo no existen las familias reales. La filosofía
era su reino, pero no porque él sea el líder de ningún reino
espiritual, porque en los mundos superiores que ya han
terminado de evolucionar todos los seres son igual de virtuosos.
Sin embargo, se puede considerar que el mundo espiritual era su
reino porque la filosofía era su especialidad, y trató de ser
experto en ella para después enseñarla a sus discípulos. El hecho
de que su madre le hubiera prestado sus genes, no le convierte
por eso en parte de su causa ni en responsable de su filosofía.
Por eso, convertirla en ídolo solo sirve para resucitar los viejos
mitos del politeísmo pero disfrazados como monoteísmo.
En realidad, los espíritus más evolucionados de la Tierra o de
cualquier otro mundo, cuando terminan una vida humana lo que
hacen es prepararse para la siguiente y cuando se reencarnan,
antonio.p
(Antonio.P)
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