consecuencia haría poco interesante este comportamiento, por
eso tendrían que regresar a un sistema más estable. Es decir que
según esa teoría, aceptar los actos de la injusticia solo
producirían un beneficio en el presente, si se trata de actos
excepcionales y si cumplen la condición de no estar fuera de la
ley ni incluir en ello la tiranía o la vanidad. Esto significa, que
según estos supuestos, la diferencia entre la injusticia y el mal
está, en que quienes se plantean la injusticia como norma
adoptan otras opciones de comportamiento y en un plano
diferente y más extremo que desencadena de forma inevitable la
reacción opuesta que hace inviable este comportamiento, serían
supuestos como por ejemplo los relacionados con la actividad
criminal. En el caso de aquellos que aceptasen las excepciones de
la justicia como algo excepcional y dentro de las reglas, la
defensa propia podría no actuar igual que en el caso anterior,
porque al realizarse dentro de la ley no se estaría incumpliendo
ninguna norma social de obligado cumplimiento y en
consecuencia no provocarían la reacción contraría del sistema.
Estos supuestos de injusticia legal, serían por ejemplo las
diferencias de sueldo o laborales que pudieran existir en un
sistema de economía privada. Al citar este tipo de economía no
lo hago como reproche, porque la economía privada ha existido
a lo largo de toda la historia y ha sido un auténtico motor para el
desarrollo económico del mundo, porque la competencia entre
las empresas premia a las que mejor trabajan y penaliza a las que
no tienen una buena relación entre calidad y precio. Sin
embargo, también hay que decir, que cuanto más se haga por
erradicar la pobreza en el mundo mejor van a ser las relaciones
entre los directores de las empresas y sus trabajadores.
En cualquier caso, para que la teoría de las excepciones de la
justicia fuera viable y suponiendo que no estuviera equivocada,
antonio.p
(Antonio.P)
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