punto central que pasa a actuar como representante de los
demás igual que ocurre con el sol con respecto a los planetas. En
cambio, el sexo femenino es de naturaleza centrífuga, eso
significa que tiende por su propia naturaleza a favorecer la
dispersión en el espacio de los miembros de un grupo y en
consecuencia a destruir la coordinación entre ellos. Por eso, el
sexo masculino está mejor capacitado para ejercer el mando
sobre un grupo que el sexo femenino. Esto no significa que por
eso una mujer no pueda tener capacidad para el mando, porque
esta circunstancia no se refiere necesariamente a personas sino
sobre todo a los porcentajes de polaridad que existen dentro de
cada persona, porque dentro de todo hombre y de toda mujer
también existen tanto la polaridad masculina como la femenina,
esto está presente incluso en cada átomo de nuestro cuerpo. La
diferencia es, que en una mujer prevalece el polo femenino y en
un hombre prevalece el masculino en un aspecto de su ser, pero
todos tienen en su interior ambos aspectos dimensionales. Esto
significa por ejemplo, que cuando una mujer toma una decisión o
ejerce el mando es porque usa la parte masculina que tiene, y
cuando un hombre actúa con espiritualidad es porque se sirve de
su parte femenina. Por eso, no debemos confundir los conceptos
absolutos con los relativos porque dentro de todas las personas
existen muchos planos dimensionales con muchas polaridades
diferentes sin que eso esté en contradicción con el hecho de que
en uno prevalezca una polaridad sobre la otra. Cuando esto
ocurre, es porque las polaridades universales se han
especializado en ese aspecto de la vida para mejorar su
efectividad.
Una decantación o desequilibrio hacia la zona azul de la derecha
en el plano moral tendría consecuencias mucho menos
perjudiciales que si la decantación se hace hacia la izquierda
antonio.p
(Antonio.P)
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