©KIP EVANS, POR CORTESÍA DE ROLEX NOVIEMBRE 2019
Mission Blue es una alianza (la Sylvia Earle Alliance,
con las oportunas siglas SEA) creada para espolear el
interés de las comunidades locales en la preservación
de sus mares y que, gracias a importantes patrocinios
como el de la marca de relojes suiza Rolex que apoya
desde hace años la labor de la oceanógrafa, va afianzando
su objetivo. «La colaboración de Rolex ha sido de valor
incalculable para sostener las expediciones del programa
Mission Blue», afirma Earle. Por su parte, Brett Loveman,
director de comunicación de Mission Blue, dice: «Sin
duda Rolex ha sido un punto de apoyo con el que siem-
pre podemos contar, tanto para las expediciones como
para establecer la red de áreas marinas protegidas». Por
el momento han establecido ya más de un centenar de
los denominados Hope Spots, «lugares de esperanza»
en todo el mundo (también en el Mediterráneo, donde
las islas Baleares fueron nombradas Hope Spot en 2015)
que constituyen áreas marinas de alto interés ecológico
que deben ser protegidas. Entre los más recientes se
halla el golfo de Tribugá, en el departamento colombiano
de Chocó, un pedazo de océano Pacífico altamente
biodiverso donde acuden a criar especies como el
tiburón martillo o la ballena jorobada y que está ame-
nazado por la construcción de un puerto marítimo justo
al lado del exuberante Parque Nacional Natural Utría.
«Los Hope Spots son lugares especiales que resultan
críticos para la salud del océano. Con esas nominaciones
queremos reconocer, apoyar y empoderar a las personas
y comunidades de todo el mundo en sus esfuerzos por
proteger el océano –afirman desde Mission Blue–. Son
lugares que nos permiten planificar el futuro y mirar
más allá de las áreas marinas protegidas (AMP) actuales,
que son como los parques nacionales en tierra, donde
los usos de explotación como la pesca y la minería en
aguas profundas están restringidos. Los Hope Spots
Sylvia Earle se zambulle en aguas del Parque
Nacional Cabo Pulmo, en el mar de Cortés (o
golfo de California), en México. La oceanógrafa,
defensora sin cuartel de los océanos y sus
ecosistemas, lidera el Google Ocean Advisory
Council, un equipo formado por 30 científicos
que proporcionan datos para cartografiar el mar,
todavía hoy enormemente desconocido.