El Mundo - 08.11.2019

(vip2019) #1
forme Semanal de TVE
había ido a cenar esa no-
che a la residencia después
de sacar unas tomas de un
concierto de rock en la Casa
de los Jóvenes Talentos. Juntos
vieron la rueda de prensa con la
que terminaba cada tarde la reu-
nión del Comité Central en la que
se anunció que los ciudadanos de
la RDA quedaban autorizados a
viajar a la RFA y a Berlín Oeste.
«La noticia nos dejó boquiabier-
tos. Kerstin, la intérprete, estaba
impresionada. En principio lo en-
tendió como que la autorización
se refería sólo a los emigrantes, ya
que las visitas breves serían obje-
to de una regulación posterior».
Buscaron la respuesta en la calle,
junto al puente de fronterizo Bor-
nholmer: «Delante de la puerta
metálica por la que cruzaban al
Oeste los peatones se había
congregado un centenar de
personas que conversaba
con los policías. Desde el
otro de la reja dos policías
comenzaron a facilitar a la
gente unas hojas con la re-
glamentación de aduanas para
los ciudadanos de la RDA que
viajan al extranjero. Estaban fe-
chadas en noviembre de 1987».
«Hubo comentarios, risas, pregun-
tas y algunos gritos de histeria. La
gente leía sin entender pero trata-
ba de hacerse con más hojas. En
ese momento, un policía abrió la
reja e invitó a los congregados a
pasar, que se resistían incrédulos.
¿Qué formalidades se necesitan?
Ninguna. Yo sólo tengo el docu-
mento de identidad. Es suficiente.
¿Y podremos regresar? Desde lue-
go. Se miraron unos a otros y, con
una sonrisa medio azorada, y va-
rios cruzaron rápidamente la ver-
ja», escribió en su diario Álvarez
de Toledo, que cerró la embajada
el mismo día en que la República
Democrática Alemana dejó de
existir. No quedan registros de los
informes o telegramas que Álva-
rez de Toledo intercambió con el
ministerio de Asuntos Exteriores
en Madrid, pues la ley contempla
una preservación de 25 años.

Cada uno lo vivió desde la Alemania en la que se encontraba, pero sus


sensaciones fueron similares. Sentían que de verdad el mundo iba a cambiar


S A L M A N R U S H D I E «No soy un profeta y siempre pensé que las dicta-


duras acaban cayendo, pero jamás creí que iba a caer aquel muro»


N A N A M O S K O U R I «El Muro cayó y creo que fue lo más maravilloso


que pudo suceder. Nunca vi a tanta gente feliz al mismo tiempo»


Testigo de excepción
de la caída fue el que,
en aquel momento, era
embajador de España en
la RDA, Alonso Álvarez de
Toledo. En su libro El país
que nunca existió, diario del
último embajador español en
la RDA, Álvarez de Toledo
sostiene que el acontecimiento
no pudo ser más banal. «Sin
trompetas, anuncios ni procla-
mas un anónimo policía de fron-
teras ha abierto la reja y ha dicho
a los que estaban allí que podían
pasar. Estas dos palabras, pueden
pasar, han determinado que el mu-
ro de Berlín deje de serlo y se con-
virtiera ya en un testimonio histó-
rico», recoge el diario.
Escribe el diplomático, también en
esas páginas que el equipo de In-

POR CARMEN VALERO
BERLÍN

“DE REPENTE,


SE PODÍA CRU-


ZAR CON UN


DOCUMENTO


DE IDENTI-


DAD”


ALONSO


ÁLVAREZ


DE TOLEDO
EMBAJADOR
DE ESPAÑA
EN LA RDA

España en Alemania y
acompañando al ministro
de Asuntos Exteriores en
funciones, Josep Borrell.
«Personal y profesionalmente
significa mucho haber vivido la
caída del Muro y representar
ahora a España en el 30 aniversa-
rio», declara a este diario el emba-
jador, que sigue vibrando con aquel
l noviembre de 1989. «Son de esas
cosas que quedan grababas para to-
da la vida. El ambiente era indes-
criptible. Los berlineses occidenta-
les estaban eufóricos, los orientales
con un semblante entre incrédulo
por lo que estaban viendo, alegre y
con una enorme sensación de liber-
tad. Se abrazaban, saltaban, se be-
saban y muchos berlineses del Oes-
te hasta les daban dinero. Cuando
las salidas se organizaron los ciu-
dadanos de la RDA recibieron
100 marcos cada uno», reme-
mora el embajador, que como
joven secretario de la emba-
jada sirvió de interprete a Fe-
lipe González. Martínez no
intervino en esa conversa-
ción, pero recuerda que Gon-
zález llamó al canciller Helmut
Kohl para darle la enhorabuena y
darle todo el apoyo de España.
Y, posiblemente, para hablar de lo
inesperado de los hechos. Porque
aunque en todas las embajadas in-
tuían que algo se movía en el Este, es-
pecialmente tras las visitas a Bonn de
Mijail Gorbachov y de Erich Ho-
necker, la opinión en las cancillerías
era que el Muro aguantaría 50 o
100 años más.
La embajada de España en
Bonn, que ocupaba espacios al-
quilados, decidió comprar te-
rrenos, uno para la legación y
el otro para la residencia.
«Eran dos proyectos exce-
lentes, realizados por ar-
quitectos españoles, pe-
ro tuvimos que pararlo
todo antes de que se
devaluaran porque el
Muro cayó cuando
íbamos a empezar
con la licitación de
obras», relata el
embajador.

Desde Bonn, sede del
Gobierno federal en
aquellas fechas, las em-
bajadas siguieron la caída
del Muro entre la perpleji-
dad y la certeza de que se
vivía un momento histórico.
En un chalecito en el barrio
de Bad Godesberg, el secreta-
rio de la embajada española, Ri-
cardo Martínez, cenaba con su
mujer y su hija Laura, una tran-
quila velada familiar hasta que vio
por televisión lo que estaba ocu-
rriendo. «Me puse en contactos con
varios colegas y al día siguiente via-
jé a Berlín». Treinta años después,
aquel joven diplomático, encargado
de las relaciones interalemanas,
asistirá mañana a los actos de con-
memoración de aquella fecha histó-
rica en su calidad de embajador de

“HUBO BESOS,


ABRAZOS Y


SALTOS. UNOS


SE ENCON-


TRABAN CON


OTROS”


RICARDO


MARTÍNEZ


VÁZQUEZ
EX SECRETARIO
DE LA EMBA-
JADA ESPAÑO-
LA EN BONN
Y ACTUAL
EMBAJADOR
EN BERLÍN

“Sin trompetas, sin


anuncios y sin


proclamas, un anónimo


policía ha abierto la


reja y ha dicho a los


que estaban ahí


que se podía


pasar”


“Los berlineses


occidentales


estaban eufóricos,


los orientales tenían


un semblante de


incredulidad, alegría y


una enorme sensación


de libertad”


M U R O D E B E R L Í N


EL MUNDO. VIERNES
8 DE NOVIEMBRE
DE 2019

P A P E L P Á G I N A 1 4

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