FINANZAS & MERCADOS
16 ExpansiónLunes 14 octubre 2019
O
jalá nos equivoquemos, pero la deman-
da de crédito de las empresas, especial-
mente las pequeñas y medianas para
proyectos a medio y largo plazo, se está ralenti-
zando en los últimos meses”. Es la expresión de
responsables del área de empresas de varios de
los bancos nacionales que más atención pres-
tan a este tipo de clientes. En algunos de ellos,
además de esta relativa paralización, empieza a
preocupar el posible aumento de la morosidad
en el futuro cercano.
El menor dinamismo de la economía espa-
ñola (en este ejercicio el crecimiento del PIB
estará cerca del 2%, mientras que hace un año
superó el 2,5%) se está notando en la demanda
de crédito de las empresas, especialmente en-
tre las medianas y pequeñas, que, tras la normal
paralización del verano, no se está recuperando
como ocurría en otros ejercicios.
Las causas de esta situación son evidentes: la
guerra comercial, que afecta sobre todo a las
compañías exportadoras, que en los últimos
años han tenido un gran protagonismo en la
aportación al PIB nacional; las dudas sobre el
mantenimiento de la tasa de crecimiento eco-
nómico tras los datos conocidos después del
verano; el parón del consumo privado que afec-
ta a sectores empresariales muy concretos co-
mo el retail, el transporte..., y, según se señala en
algunas entidades, la paralización política que
hace que las decisiones de inversión se queden
en un cajón hasta que la situación se clarifique.
“Las empresas siguen demandando finan-
ciación del circulante en los ritmos habituales”,
aseguran los bancos, pero las decisiones de in-
versión que pueden exigir financiación a más
largo plazo no se prodigan y en las reuniones de
las comisiones de riesgo, donde se analizan las
peticiones de préstamos, lo acusan. Tienen me-
nos trabajo en este sentido y, a cambio, empie-
zan a tener que analizar refinanciaciones y alar-
gamiento de los plazos de pago en algunos ca-
sos.
“Toda esta situación de atonía inversora se
produce”, recuerdan algunos responsables del
área de empresas, “en unos momentos en los
que los tipos de interés están en los niveles más
bajos nunca conocidos” y en los que la liquidez
en las entidades es especialmente elevada y
que, además, mantenerla les cuesta dinero.
Cambio en el patrón
Normalmente, la demanda de crédito descien-
de de forma significativa en los meses de vera-
no, pero a la vuelta a la normalidad, aunque tar-
da algo en recuperarse, lo hace con cierta fuer-
za pasadas algunas semanas. “En este ejercicio
esto no está ocurriendo”, se señala en medios
de los bancos cuando va transcurrido ya casi la
mitad del mes de octubre, lo que podría ser un
indicativo claro de que la aceleración en el me-
nor crecimiento económico va a dejarse notar
en los próximos meses.
“No estamos percibiendo síntomas de au-
mento de la morosidad, pero sí es cierto que al-
gunas compañías empiezan a convocar a todos
sus bancos para llevar a cabo un proceso de re-
financiación y alargamiento de los plazos de
vencimientos”, reconocen algunos responsa-
bles bancarios, lo que puede traducirse en un
plazo relativamente cercano en un repunte de
la tasa de morosidad que, hoy por hoy, ha segui-
do descendiendo, según las estadísticas oficia-
les. “No lo notamos todavía, pero hay que estar
vigilantes por lo que pueda pasar”, afirman.
Es cierto que la salida de la crisis en los últi-
mos años por parte de las empresas se ha hecho
al tiempo que tenía lugar un fuerte desapalan-
camiento financiero debido al elevado nivel de
endeudamiento previo. Pero parecía que este
proceso había finalizado y que el crédito a em-
presas, especialmente a las medianas y peque-
ñas, se había recuperado ligeramente y aumen-
taba el volumen de inversión crediticia en estos
segmentos del mercado.
El que en la actualidad esto no ocurra, o lo
haga en bastante menor medida de lo previsto,
supone un nuevo problema para las cuentas de
resultados de las entidades, bastante tensiona-
das ya por el estrechamiento de los márgenes
de su negocio. Si, además, vuelven las refinan-
ciaciones o incluso remonta la morosidad, los
resultados finales se verán afectados en unos
momentos delicados.
Si se ralentiza el crédito a pymes
se tensionarán las cuentas
de los bancos, más si vuelven las
refinanciaciones y repunta la mora
POR DESCONTADO
Salvador Arancibia
La caída de la actividad económica y del consumo amenazan con minar las cuentas del sector financiero.
JMCadenas
La demanda de crédito de empresas
se resiente por la desaceleración económica