EUMARIA

(AV) #1

—Lo explicaré todo a su tiempo —dijo él tornándose más serio.
—Boldort tiene razón. —Ella miró a Sam—. Hablaremos de eso
cuando Morgan despierte. Ahora sujétalo.


Samuel obedeció y ella procedió a aplicarle la inyección. Morgan no
tuvo ninguna reacción; no convulsionó ni despertó súbitamente. El joven
seguía vivo con la respiración normal mientras la chica lo miraba fijamente.


—La sustancia hará efecto en unas horas; ocurrió exactamente lo
mismo con aquel soldado. Lo mejor será esperar.


—¿Estás segura? —preguntó Samuel.
—Sí. Primero comenzará a sudar, luego se agitará como si tuviera
una pesadilla, y al final despertará... Confía en mí.


Sam asintió. Sabía que en ese momento no podía hacer nada por
Morgan.


—Bueno. Chicos... ¿Qué les parece si pasamos a la otra habitación?
—Boldort caminó hacia una de las paredes metálicas. Para ese momento el
Raxán ya se había recompuesto—. Acompáñenme.


Ellos lo siguieron mientras cargaban al chico entre sus hombros.
Llegaron a una pared completamente vacía.
—Pero... aquí no hay ninguna puerta —comentó Samuel.
Esmeralda permaneció en silencio. Boldort extendió el brazo y
pulsó un botón desde su reloj inteligente, e Inmediatamente la pared se
abrió en dos dejando al chico con la boca abierta de la impresión.


—Síganme.
Ingresaron y automáticamente la puerta se volvió a cerrar
convirtiéndose de nuevo en un muro vacío. Caminaron por un pasillo, cuyas
paredes y techo eran de color blanco. Boldort confesó que no esperaba más
de una visita, pero que aun así tenía suficientes habitaciones.


—Pueden quedarse aquí —afirmó él abriendo una de las puertas e
invitándolos a pasar.


Ellos ingresaron con Morgan todavía inconsciente. La habitación era
bastante amplia. En el centro mismo se extendía una mesa de comedor muy
larga con varias sillas a su alrededor. La posada contaba además con ocho
camas, las cuales eran de dos plantas y estaban ubicadas en ambas paredes;
izquierda y derecha respectivamente, había cuatro por cada lado. En el

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