››Morgan, esta es mi gran garantía para que ninguno de ustedes se
atreviese a matarme. Es a lo que me refería cuando dije que incluso
sacrificaría mi propia vida.
—Eso no es sacrificio, es suicidio y asesinato —comentó Magnus
para sí desde la furgoneta.
—Odio decirlo... —El limario tenía la mirada más fría y calmada—.
Pero lo planeaste todo a detalle.
El chico observaba a Caluti por el rabillo del ojo. En ese momento
debatió consigo mismo.
Si lo mato en este preciso momento, pondré fin a sus planes y
Eumaria volverá a la normalidad. Pero mi hermana está viva... ¡En verdad
quiero verla!
Morgan volvió a suspirar y debatió en su interior.
Si ahora mismo decido acabar con este psicópata, eso significará
que yo también moriré. Sin embargo, salvaré a Cloe y a toda esta gente.
¿Qué hago? ¿Le propongo un trato? No... Este hombre no es de fiar; mató
sin dudar al capitán del crucero y al terrateniente. La otra opción que me
queda es dejarlo hacer lo que quiere, y en ese lapso yo podría ir a Limaria
y buscar a mi hermana, pero... así muchos morirán. ¿Está bien sacrificar a
todas estas personas solamente para reencontrarme con un ser querido?
¿Qué hago? ¿Qué elijo? ¿Cantidad o calidad? ¡Demonios! ¡Tengo que
decidir rápido!
Cuando el joven estuvo a punto de pronunciar unas palabras, Caluti
se le adelantó.
—Muchacho, te propongo un trato. Por la forma en que me miras,
posiblemente estás pensando en si matarme o no, y te entiendo
perfectamente, pero...
››¿Qué te parece si mejor vienes conmigo y me ayudas a concretar
mi plan? Así yo podría dejar que vayas en busca de tu querida hermana.
Morgan apretó los puños al oír esa propuesta.
—Déjame pensarlo unos minutos, iré a hablar con los demás.
—De acuerdo. Te espero.
Caluti asomó la cabeza hacia abajo y observó a muchos policías
rodeando y entrando al edificio. También vio a periodistas transmitiendo el