tenía bastante vértigo.
Diablos... Este maldito es más fuerte de lo que pensé, se dijo
Morgan.
El joven era consciente de que probablemente terminaría
desmayándose si no lo detenía, pero los golpes cesaron de repente, y el
polvo de arena comenzó a dispersarse poco a poco. Nordok estaba muy
cansado, este miraba el cuerpo de Morgan tirado en el suelo, pensando que
había acabado con él. Kun aprovechó ese momento para saltar sobre la
espalda del titán, quien intentó con ambas manos quitárselo de encima, pero
el pelirrojo se escabullía demasiado rápido.
Kun sabía que ya no le serviría la táctica que usó contra Morgan en
la azotea; ya que Nordok era demasiado grande y fuerte. Así que todo lo
que podía hacer era intentar ganar tiempo para que lo atacaran entre los dos,
sin embargo, el limario no se levantaba del suelo.
—¡¡¡Quítate, maldita pulga!!! —gritaba el coloso.
—¡¡Te dejaré sin aire, idiota!! —exclamó Kun cada vez más furioso.
Durante el forcejeo, Nordok levantó sus brazos queriendo alcanzar
la cabeza de Kun, entonces el pelirrojo aprovechó ese instante para sentarse
rápidamente sobre los hombros del titán, y así rodear con fuerza ambas
extremidades. Desde allí las enganchó entre sus bíceps y antebrazos,
logrando inmovilizar esa zona. Una vez hecho eso, Kun entrecruzó sus
piernas formando un candado alrededor del cuello del Orain, y entonces
presionó fuertemente sus pantorrillas contra el mentón de este.
Nordok intentaba sacudirse, pero debido a la fuerza con la que el
pelirrojo lo sujetaba, el coloso se hallaba casi completamente paralizado.
De hecho, a cada segundo que pasaba, respiraba con mayor dificultad.
Tener tan presionadas las piernas de Kun sobre su garganta, hacía que el
titán lentamente se asfixiara.
Morgan yacía en el suelo todavía un poco aturdido, este abrió
lentamente los ojos y vio esa escena de manera borrosa. De repente
escucharon la voz de un soldado.
—¡Fuego a discreción!
Cientos de balas salieron disparadas en dirección a los tres. Incluso
se lanzaron granadas y ojivas de bazucas. El soldado que había ordenado