EMPRESAS
Lunes 27 enero 2020Expansión 5
Navantia aspira a construir
los barcos FSS de la Royal
Navy que dan apoyo a
portaaviones como el HMS
Queen Elizabeth. El pedido es
milmillonario, pero ganarlo no
será tarea fácil, sobre todo
porque hay una alta
probabilidad de que Reino
Unido se decante por los
fabricantes locales.
Para intentar convencer
al Ministerio de Defensa,
Navantia se ha aliado con
la empresa británica de
ingeniería BMT y ha cerrado
un acuerdo para, en caso de
llevarse el pedido, construir
los barcos en los astilleros de
Belfast. Otra empresa foránea
interesada en la adjudicación
es la italiana Fincantieri, a la
que no se considera tan bien
posicionada como Navantia.
La empresa española ha
centrado sus esfuerzos en
convencer a las autoridades
de que también recurrirá a
proveedores británicos en
toda la cadena de producción.
Navantia batalla por
un importante contrato
Inditex contaba al cierre del pasado
ejercicio con 108 tiendas en Reino
Unido, de las que más de la mitad son
Zara. Las cifras colocan al país como
el decimoquinto mercado por
número de establecimientos para el
grupo, que sólo tiene en Reino Unido
el 1,4% de sus cerca de 7.500 tiendas
a nivel global. Inditex se refirió
al Brexit en su informe del primer
semestre de 2019, donde identificó
como principales riesgos “los
potenciales retrasos en el tránsito de
la mercancía, impactos económicos
derivados de la imposición
de aranceles y de la fluctuación
de la divisa, posibles restricciones
en la libre circulación de personas,
así como los derivados de los riesgos
contractuales o de gestión de
terceros clave”. Pese a ello, apuntó
que “una vez implementadas las
acciones de mitigación” el impacto
del Brexit “no sería significativo”
para el grupo. También Pontegadea
–sociedad de Amancio Ortega–
apuesta por Reino Unido. La firma,
que adquirió recientemente la sede
de McKinsey en el centro de Londres,
ha seguido comprando pese a las
dudas generadas tras el referéndum
de 2016 y ha invertido más de 3.
millones de libras en la ciudad. En las
últimas cuentas depositadas,
Pontegadea UK, filial británica
de la patrimonial de Ortega,
reconoció que el Brexit podría
devaluar sus inversiones en el país
aunque el impacto quedaría limitado
porque sus inversiones son a largo
plazo, lo que elimina cualquier prisa
por vender para obtener liquidez,
y compra inmuebles prime, menos
expuestos a oscilaciones.
Inditex no prevé un impacto significativo
Susana de Sarriá, presidenta
de Navantia.
Francisco J. Riberas, presidente de Gestamp.
Gestamp tiene siete plantas
de chasis y carrocería de
coches en Reino Unido. Pese
al resultado del referéndum
del Brexit, ha seguido
ampliando su presencia en el
país, donde hay importantes
fabricantes como Nissan,
BMW o Jaguar. Reino Unido
produce 1,7 millones
de vehículos al año y tiene
800.000 trabajadores
dedicados a la automoción.
Los grandes fabricantes ya
han avisado al Gobierno
británico de los riesgos de
cualquier salida caótica y de
la imposición de aranceles.
Gestamp ha insistido en su
labor como proveedor de
primer nivel, que le obliga a
estar muy pegado a las
necesidades del fabricante.
Reclama “sentido común”.
Gestamp se adaptará a las
necesidades del automóvil
Coca-Cola European Partners
(CCEP) anunció en febrero
de 2019 que había empezado
a almacenar materias primas
en Reino Unido para poder
seguir produciendo sin
interrupción en el mercado
que representa el 20% de sus
ingresos. La información fue
facilitada por su CEO, Damian
Gammell, durante una
conferencia con analistas.
“Más del 97% de lo que
vendemos en Reino Unido
está fabricado dentro
del país”, les tranquilizó
el directivo. La empresa
presidida por Sol Daurella
indicó más tarde que “el
principal problema sería el
suministro de ingredientes y
materiales que vengan de
fuera, por lo que estamos
trabajando en rutas de
suministro alternativas”,
según Efe. Y añadió que en la
mayoría de los países cuenta
con fábricas propias “para
estar lo más cerca posible del
mercado de destino”.
Coca-Cola: el mayor riesgo
es la falta de materia prima
Sol Daurella, presidenta de
Coca-Cola European Partners.
Tanto Talgo como CAF están
interesados en el proyecto
de modernización ferroviaria
de Reino Unido y en el
relanzamiento de la alta
velocidad a través del trazado
HS2, que conectará el norte
con el sur. Esta
infraestructura tiene un valor
cercano a los 3.000 millones
de euros y es la que atrae
mayor interés por parte de las
empresas. La guipuzcoana
CAF ya cuenta con una planta
en Escocia desde la que
fabrica trenes y tranvías para
la región, mientras que Talgo
ha anunciado la instalación
de una fábrica en Escocia si
se adjudica los trenes para
la alta velocidad. En ambos
casos, las empresas enfatizan
su compromiso con el
empleo y el desarrollo
industrial local para poner en
valor su apuesta por el país.
El Gobierno británico lanzará,
de forma adicional, nuevos
proyectos ferroviarios
para animar la actividad.
CAF y Talgo compiten por
la alta velocidad británica
Andrés Arizkorreta es el presi-
dente de CAF.
Ernesto Antolín, presidente de Grupo Antolín.
Grupo Antolin, uno de los
grandes proveedores de
componentes para el interior
de los automóviles, tiene diez
de sus 151 fábricas en Reino
Unido. La empresa lleva
tiempo trabajando en un plan
de contingencia frente a los
distintos escenarios en torno
al Brexit y “está preparada
para adaptarse a la situación
resultante”, indican fuentes
de la compañía. En el periodo
transitorio que comienza
el 1 de febrero, Antolin
reclama un acuerdo
comercial que permita el
acceso al mercado británico
sin aranceles ni cargas y que
facilite el funcionamiento de
las cadenas de suministro. El
mercado único europeo, dice,
es “motor de competitividad”
para la automoción.
Antolin se siente preparada
para afrontar el escenario
Carlos Delclaux, presidente de Vidrala.
Hace cinco años, la empresa
vasca Vidrala cerró la compra
de la británica Encirc
por 406,8 millones, en
una operación que le permitió
tomar posiciones
en Inglaterra y en el Ulster. La
operación se presentó como
una gran apuesta de Vidrala
por el mercado europeo.
Aunque la salida de Reino
Unido de la UE tiene un
impacto relativo sobre el
negocio del reciclaje, sí puede
alterar la actividad en Irlanda
del Norte, donde aún no está
resuelto el encaje aduanero
de la región en sus relaciones
comerciales con los vecinos
del sur. En un primer
momento, el Ulster formará
parte de la unión aduanera
británica, pero se atendrá a la
regulación de la UE.
Para Vidrala, la incógnita
está en Irlanda del Norte
Pablo Isla, presidente ejecu-
tivo de Inditex.