DE_2009_salud_cardiovascular

(tlittels) #1

LIBRO DE LA SALUD CARDIOVASCULAR


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La organización de esta faceta en el hospital suele
recaer en la comisión de investigación y el comité ético de
investigación clínica, dependientes de la dirección médica. Si
el número de proyectos de investigación es importante, suele
contar además con unidades de apoyo a la investigación.
En los últimos años, para favorecer la gestión eco-
nómica de los proyectos se han articulado entidades diver-
sas, dotadas de personalidad jurídica y sin ánimo de lucro,
alrededor de los hospitales, como las fundaciones o los ins-
titutos de investigación biomédica.
La comisión de investigación suele efectuar, entre
otras tareas, las dirigidas a promover las líneas de investiga-
ción, a solicitar y tramitar las ayudas y fondos que se gene-
ran en las diversas convocatorias públicas y a fomentar la
formación singular y permanente de los investigadores.
Los comités éticos de investigación clínica tuvie-
ron su origen como garantía y seguridad de los pacien-
tes. La metodología empleada en los ensayos clínicos se
encuentra regulada por directiva europea, reales decretos
y normativa autonómica. Los comités son estructuras fun-
damentales en la investigación hospitalaria. Se trata de
organismos independientes, constituidos por profesiona-
les sanitarios y miembros no sanitarios, que tienen como
función primordial velar por la protección de los derechos,
la seguridad y el bienestar de los sujetos que participen en
un proyecto de investigación y ofrecer garantía pública,
mediante un dictamen sobre el proyecto, de la idoneidad
de los investigadores, de la adecuación de las instalaciones
y de los métodos y los documentos encaminados a obte-
ner el consentimiento informado del participante en el
proyecto de investigación.
Dada la tendencia a ejecutar protocolos de ensayos
clínicos entre varios hospitales con carácter multicéntrico,
o cuando existen diferentes criterios entre hospitales para
la autorización de ensayos, en algunas comunidades autó-
nomas se han establecido comités éticos de investigación
clínica regional.
Las unidades de apoyo a la investigación que exis-
ten en algunos centros realizan la divulgación de convo-
catorias y ayudas a los profesionales del centro, facilitan
apoyo metodológico y estadístico, centralizan las infraes-
tructuras compartidas dedicadas a la investigación, dan
soporte informático y elaboran las memorias anuales.


Prioridades en la investigación cardiovascular


La profesión de investigador es dura, muchas veces decep-
cionante y, en general, poco reconocida. Por ello, requiere


de al menos tres componentes fundamentales: ilusión
continuada, grandes dotes de imaginación y, sobre todo,
humildad. El conocimiento individual es muy limitado, y
es difícil asimilar todas las novedades que a diario apare-
cen en las publicaciones científicas. Por ello, seguramente
en aproximadamente cinco años se habrá avanzado más en
el conocimiento de muchos de los resultados de investiga-
ción que ahora se consideran innovaciones. Hasta enton-
ces no se sabrá si realmente han tenido la relevancia clínica
real que ahora se les atribuye.
En el área cardiovascular hay muchos temas cuyo
conocimiento científico está creciendo rápidamente;
entre ellos se encuentran las nuevas técnicas de imagen
para una mayor profundización en el conocimiento de los
mecanismos celulares y moleculares asociadas a las dife-
rentes patologías cardiovasculares.
Sin embargo, en el momento actual, los principa-
les recursos y esfuerzos se están dedicando fundamen-
talmente al conocimiento genético de las patologías aso-
ciadas a la muerte súbita cardíaca, a la terapia celular, a
los nuevos dispositivos aplicados en el intervencionismo
coronario y a las nuevas técnicas que ayudan a predecir la
detección de biomarcadores, que sirven para conocer el
pronóstico de los pacientes cuando sufren una enferme-
dad cardiovascular y la respuesta individual de cada uno
ante un tratamiento específico.

La genética cardiovascular
Una de las áreas en las que la investigación cardiovascu-
lar está avanzando más es la identificación del riesgo de
muerte súbita. La mayoría de las enfermedades cardiovas-
culares que se asocian a la muerte súbita cardíaca son de
origen hereditario y fundamentalmente ocurren en indivi-
duos menores de 40 años. Por lo tanto, la identificación de
nuevas alteraciones en el ácido desoxirribonucleico (ADN)
del individuo que se asocian a la muerte súbita cardíaca es
un tema de constante investigación. Asimismo, en algunas
enfermedades cardiovasculares conocidas como de origen
genético hereditario, se ignora, sin embargo, cuáles son el
gen o genes implicados. Un caso concreto es el síndrome
de Marfan (responsable de muchas roturas de la aorta),
que es de origen genético y en el cual no se han identifi-
cado todavía todos los genes responsables.
También la concepción del espectro clínico de dife-
rentes enfermedades hereditarias está variando. Por ejem-
plo, sobre la displasia del ventrículo derecho, enfermedad
que ocurre por la sustitución en esta región de las células
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