sostenimiento de todos en la escuela. Mi padre, aparte de la empresa maderera
que tenía a su cargo, administraba su tienda y mi madre, mi abnegada madre,
queriendo siempre contribuir al ingreso del hogar, instaló una engorda de
marranos.
En un ala de la casa (era enorme) estableció un restaurant donde daba
alimentación a 15 ó 20 marinos del cuerpo de Infantería de Marina que
custodiaban la costa del Golfo. No recuerdo cuantos años pasaron así hasta que
se llegó el tiempo de haber terminado la instrucción primaria todos. Entonces
decidieron renunciar a todo, vender y abandonar el campo y regresar a radicar
definitivamente a Tampico Tamaulipas.
A pesar de haber cimentado una posición más o menos desahogada, mi padre
nunca estuvo inactivo, aparte del rancho de su propiedad llamado Tanquián,
compró una finca en el Paxhal y otra en La Metropolitana, cerca de Mamey, que
aunados a la herencia por parte de mi madre de 226 hectáreas en San José
Tepetate, quiso trabajar nuevamente y con eso comprar ganado en sociedad con
Don Mariano Salem, éste tenía como encargado a un yerno, que siempre andaba
de borracho y que en poco tiempo vendió el ganado, posteriormente murió
asesinado. El poco ganado que quedó lo vendieron los mozos y otros se lo
robaron sólo quedaron dos caballos y una mula.
Todavía queriendo recuperar algo, mi padre se fue a radicar solo a Tantima,
se llevó Armando Gallegos, y por más intentos que se hicieron para pagar las
nóminas de los rancheros era el doble de lo que producía el rancho. Las rentas en
Tampico eran costosas. En ese tiempo yo ya me encontraba en condiciones de
trabajar, habiendo laborado en un almacén de calzado por la tarde.
Posteriormente trabajé como chofer en el reparto de leche con el señor Néstor
Clemente que en paz descanse, él era procedente de San Luis Potosí, ahí laboré
cuatro meses aproximadamente.
A fin de año la Compañía Mexicana Sinclair Petroleum Corporation, solicitó
office boys con dominio del tema inglés y apliqué, obtuve un puesto trabajando