LIBRO RELATOS DE PAPANTLA II

(Lucía Laura Muñoz Corona) #1

cosas que le solicitó el señor Tirso, empezó por “curar” la casa, rezó
aproximadamente durante un tiempo considerable y pidió a la familia que se
alejaran de ahí. Posteriormente después de concluida la ceremonia, tomó todo lo
que ofrendaron e invitó a Don Enrique a caminar hacia el monte por una vereda
que estaba muy lejos y a orillas de unos peñascos, ahí depositaron dicha ofrenda,
nuevamente rezaron.


Una vez concluida la celebración, retornaron a su casa. Durante tres noches,
los perros se enfurecían y atacaban a algo no se veía, y al cuarto día la calma
regresó al hogar y es en la casa que actualmente viven.


LEYENDA DE “LOS EMPETATADOS”


Hace muchos años a determinadas personas se les decía “los empetatados”, se
cuenta que eran aquellas personas que no querían que se supiera de amores
prohibidos. Antes se elaboraba mucho petate, pero también se elaboraban petates
de cuadros de medidas chicas, para que sirvieran de tapete para limpiarse los
pies, o también se utilizaban de tapete de cama, también cuando llovía, las
personas unían con un hilo de cera y se lo ponían en el pecho, como especie de
capa para no mojarse, también era utilizado como disfraz para ir a ver a sus
amores “prohibidos”, la gente se espantaba y decían “ahí vienen los empetatados”,
por su vestimenta peculiar. Más tarde se descubrió por qué se vestían así, así que
algunos de ellos salieron heridos y otros resultaban muertos, porque algunas
personas eran adulteras en su matrimonio.^15


LEYENDA DE LA LLORONA


El Sr. Gustavo Islas Hernández le platicó a la Sra. Magdalena que vivía en el
rancho de Arroyo Grande, que una noche oyó que volaban parvadas de pájaros,


(^15) Datos proporcionados por la Sra. Magdalena Azuara. (^)

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