—Hola, doctor Magnus —saludó Caluti.
—Hola, muchacho. ¿Cómo está el modelo N.5?
—Mi hijo Morgan está bien.
—¿Sigues llamándolo “hijo”?... —El doctor guardó silencio por un
momento—. Haciendo eso no lograrás que el joven Kevin regrese a la vid...
—¡No me hable de Kevin! —interrumpió Caluti, visiblemente
afectado—. Entiendo mejor que nadie que nunca podré recuperarlo. Sé que
un hijo es irremplazable.
—Lo siento, Francis —se disculpó el doctor Magnus, apenado.SURIA Y KEVIN
Hace mucho tiempo, antes de que Arturo Caluti fundara la
farmacéutica y cambiara su nombre, relató que cuando aún se llamaba