EUMARIA

(AV) #1

dominar... era una puta bastante fuerte.


Al oír eso, los ojos del adolescente se llenaron de odio. Miró
fijamente al asesino de su hermana, entonces lo maldijo mientras corría
hacia él para matarlo. Pero el criminal lo golpeó con una botella y Kun cayó
al suelo cerca del cuerpo de Liz. El joven poco a poco perdió el
conocimiento mientras salía bastante sangre de su cabeza. Lo último que
alcanzó a ver fueron los zapatos del asesino alejándose de la escena del
crimen. Nunca se supo por qué no mató al chico. Tal vez pensó que este
moriría desangrado, pero, para bien o para mal, Kun logró salvarse a pesar
de todo.


Despertó en un hospital y trató de escapar, pero estaba demasiado
débil. De repente, mientras recuperaba el conocimiento, vio al señor Caluti
a su lado.


—Al fin despertaste, Kun.
—¿Quién rayos eres tú? —preguntó, aturdido.
—Un amigo. Soy el hombre que te ayudará a vengarte.
—¿A vengarme? —Kun hizo una pausa abriendo mucho más los
ojos—. ¡Es cierto! ¿¡Dónde está mi hermana!?


El chico intentó levantarse de la cama, pero el señor Caluti lo
detuvo.


—Kun, ella... Nosotros nos encargamos de darle un entierro digno
—respondió, denotando lamento en su rostro.
Cuando oyó eso, Kun lloró amargamente, exigiendo que solo fuera
un error, que solamente se tratara de una mala broma. Gritó al cielo
diciendo que Liz era todo para él y que no tenía a nadie más en el mundo.


—Eso no es cierto, muchacho —dijo Caluti tomando algo de su
bolsillo. Luego agregó—: Ahora me tienes a mí, yo no te abandonaré.


Él cogió las manos del chico y le dio un objeto.
—Mira, no es mucho, pero... quizás te sirva para tener algo de tu
hermana —expresó devolviéndole el reproductor de música.


Kun comenzó a llorar aún más. Apretaba con ambas manos el
reproductor, apoyando la cabeza sobre el único recuerdo que tenía de su
hermana. Caluti lo consoló con un abrazo, y luego de frotar brevemente el
hombro del chico, el sujeto se puso de pie y le dio la espalda.

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