Revista JAM IN Nº2

(jaminmag) #1

índole que impidieron su exaltación y aprovechamiento. Sin que
sea necesario hablar de la música más noble y elevada, de la
metamúsica, recreo de melómanos, queda siempre aquella otra,
la más espontánea, fruto de un bien seleccionado y, si es posible
estilizado focklore, y de aquella flora melódica inmortal que desde
el siglo XVII hasta nuestros días nos legaron los maestros en
sus mejores momentos musicales, nacidos sin rebuscamiento ni
preocupación técnica o estética visibles; inspiraciones puras y de
pequeña forma solamente.


¿Es factible, entonces, el incorporar esta música
-la de la melodía, los timbres y el color armónico
puros- a las actividades educativas? Sí; con ciertas
restricciones y un plan bien meditado.


2°. – Las previsiones metodológicas para obtener resultados
halagadores, en amplia escala, es decir, en el mayor número de
educandos y a través de todos los ciclos de la educación, deben
preceder a todo esfuerzo de utilización de la música como factor
educativo. De la bondad de los métodos dependería la feliz
incorporación e integración de la música al todo armónico de
un Plan de estudios modelo, que contemple al ser humano en
su desarrollo desde la etapa preescolar hasta la de la madurez,
multifurcada en todas las direcciones de la actividad humana,
incluyendo el universitario, la vida industrial y comercial, la del
campo y el taller.


Una década sin educación


74

Free download pdf