(Fuente Estilos de Vida. Educar en Salud I. Experiencias de Educación para la Salud en Atención Primaria.
Instituto de Salud Pública. Gobierno de Navarra)
La situación sociosanitaria y los planteamientos de las personas adultas hacen de esta etapa un
momento adecuado para el desarrollo de estilos de vida saludables. Las principales áreas de
necesidades que se detectan en las personas adultas, se pueden agrupar en torno a:
· Cómo se vive la salud en esta etapa de su vida. Necesitan ser más conscientes de su situa-
ción, de su propia actitud ante los riesgos y la salud, de la influencia de factores sociales,
de entorno próximo y personales.
· Cómo se puede avanzar en los autocuidados. Necesitan conocer y manejar las medidas
más útiles para cuidarse y prevenir riesgos: alimentación, ejercicio físico, control de la ansie-
dad, tabaco y alcohol.
· Cómo aplicar el autocuidado a la vida.Trabajadas las principales medidas de autocuidados,
necesitan analizar más su situación concreta y elegir los cambios más factibles, más idóneos
a su situación, a su forma de vida y a su manera de ser para prevenir riesgos y cuidarse
mejor.
Cómo se vive la salud
Cuando se llega a la edad adulta existe ya siempre una importante experiencia previa. Se pose-
en preconceptos, formas de pensar, imágenes y representaciones de la realidad, de la salud, de
las enfermedades y de los factores asociados a ellas, con emociones y sentimientos que las acom-
pañan, etc. Además las personas han desarrollado recursos que pueden utilizar.
Desde el nacimiento y a lo largo de toda la vida, a través de procesos de socialización y des-
arrollo, las personas van traduciendo condiciones macroestructurales en predisposiciones indivi-
duales, van interiorizando el sistema normativo que incluye las normas, valores y pautas sociales,
desarrollan pautas personales de interpretación y de conducta, aprenden a comportarse, etc. lo
que condicionan sus estilos de vida. Aunque se van construyendo nuevas identidades más
amplias y equilibradas, aún se mantienen formas de socialización diferenciadas para hombres y
mujeres, otorgando a unos y a otras capacidades naturales diferentes, desvalorizando algunas de
las tareas que se asignan a las mujeres, etc.
Y todo ello se da en nuestra sociedad occidental actual caracterizada por cambios continuos y
profundos: cambios en el modelo socioeconómico dominante (de una sociedad de producción
que produce bienes y servicios a una sociedad de consumo que produce necesidades); gran
importancia de la tecnología y los medios de comunicación social (aportan informaciones múlti-
ples y contradictorias y presentan modelos y grupos de referencia en los que mirarse...), nuevos
valores y modelos culturales (el individualismo, el culto al cuerpo, a la juventud y a la belleza,
valores orientados hacia la ecología, la realización personal, la alegría, la libertad individual, la
armonía familiar...); cambios en los roles sociales y sexuales, cambios demográficos, diversidad de
formas familiares, nuevos modelos emergentes de ser padre y de ser madre, etc. La actual crisis
económica y del estado de bienestar tiene una gran influencia en las condiciones y formas de
vida.
Los hombres y las mujeres adultas no constituyen colectivos homogéneos. Poseen en común
algunas características psicoevolutivas relacionadas con la madurez y los acontecimientos vitales
que viven en esta etapa: inicio de los procesos biofisiológicos del envejecimiento con diferentes
cambios hormonales y corporales, cambios familiares, confrontación con la enfermedad y la
EJEMPLO 2: EDUCACIÓN EN ESTILOS DE VIDA
CON PERSONAS ADULTAS: CONTENIDOS