LIBRO DE LA SALUD CARDIOVASCULAR
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un tipo de pacientes. Pues bien, antes de su aplicación en
el ser humano serán necesarios estudios de experimenta-
ción y experiencias piloto, por lo que es importante sumar
el interés de cirujanos cardíacos y empresas fabricantes
con el fin de conseguir la financiación necesaria.
La industria farmacéutica, con una marcada tradi-
ción y experiencia en esta materia, viene mejorando el arse-
nal terapéutico mediante los ensayos clínicos descritos con
anterioridad, y que en España se concentran básicamente
en las comunidades autónomas de Cataluña y Madrid, que
agrupan el 60% de los realizados en todo el país.
Además de la industria y las empresas de soporte
tecnológico, últimamente se están desarrollando dona-
ciones y mecenazgos provenientes de empresas de
diversos sectores (seguros, banca, alimentación, energía,
construcción) con el fin de ser gestionados por fundacio-
nes e institutos de investigación generados en torno a los
hospitales.
Las fuentes de financiación pública tienen tres
niveles de promulgación: las procedentes de la UE, del
Estado español y de las comunidades autónomas. En el
primer caso, la UE establece un período de financiación
y unas líneas prioritarias de investigación (enfermedades
cardiovasculares, envejecimiento, cáncer, hábitos saluda-
bles, biotecnología, cooperación internacional) mediante
los denominados Programas Marco Plurianuales. Actual-
mente está vigente el VII Programa Marco (2007-2013)
como promotor de proyectos europeos de investigación,
desarrollo tecnológico y demostración, que está dotado
con 50.521 millones de euros. De este presupuesto, España
obtuvo en 2007 un retorno de 230,5 millones de euros al
haber sido aceptados algunos proyectos hospitalarios,
como el del Vall d’Hebron de Barcelona o el del Clínico San
Carlos de Madrid.
Los diversos países, a través de sus grupos de inves-
tigadores, presentan sus memorias de proyectos, donde
se describen los objetivos que persiguen, las acciones que se
van a desarrollar, los recursos necesarios, los sistemas
de evaluación y los resultados esperables. Para ello pue-
den obtener la financiación total o parcial de la Comisión
Europea de Investigación y Desarrollo. Las últimas tenden-
cias que facilitan su concesión son aquellas que, además
de estar alineadas con las prioridades definidas por la UE,
afectan a grupos multidisciplinares y abarcan a varios esta-
dos miembros.
En el ámbito nacional, los ministerios con compe-
tencias en educación, ciencia y sanidad (habitualmente
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y Ministerio
de Sanidad y Consumo) tienen el encargo de poner en
marcha y hacer operativos los diversos Planes Nacionales
de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i). Para ello
promueven anualmente diversas convocatorias de perso-
nal o ayudas de infraestructuras. El Ministerio de Educación,
Ciencia y Tecnología orienta fundamentalmente sus ayudas
a la investigación básica; y el de Sanidad, a la investigación
clínica. El Ministerio de Sanidad tiene encomendada la ges-
tión de este tipo de ayudas al Instituto de Salud Carlos III,
que entrega los conocidos Proyectos FIS (Fondos de
Investigación Sanitaria). Fruto de estas actuaciones surgieron
las Redes Temáticas de Investigación Cooperativa Sanitaria
(RETICS), que han generado espacios de colaboración cien-
tífica entre los hospitales, las universidades y los organismos
públicos de investigación. Asimismo, se están impulsando
nuevas formas organizativas con entidad jurídica propia
que permitan estimular la cooperación entre hospitales,
universidades y centros de investigación, conocidos como
Centros de Investigación Biomédica en Red (CIBER).
En las diferentes comunidades autónomas suelen
aprobarse Planes Plurianuales de Investigación y Desarrollo,
que generalmente replican su planificación, concesión y
gestión en las consejerías con competencias en ciencia
y sanidad.
Los hospitales y la investigación
Los hospitales ya fueron definidos por la Organización
Mundial de la Salud en 1946 como «parte integrante de
una organización médica y social, cuya misión consiste en
proporcionar a la población una asistencia médico-sanita-
ria completa, tanto curativa como preventiva, y cuyos ser-
vicios llegan hasta el ámbito familiar; además, el hospital
es un centro de formación de personal sanitario y de inves-
tigación biosocial».
El hospital no es sólo ese lugar donde se atiende a
los pacientes, sino que además debe generar conocimien-
tos de mejora e innovación, trasladándolos a la comunidad
científica mediante las publicaciones científicas.
Asimismo, tiene la obligación de difundir a la socie-
dad esos descubrimientos y avances, generando una
mayor seguridad en la ciudadanía. Paralelamente, debe
transferir dichos conocimientos a los sectores industriales
para la elaboración de nuevos productos y servicios.
En el momento actual, en todos los foros y debates
de investigación biomédica se habla permanentemente
de la investigación traslacional, que se puede definir como